MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

1968: risa y olvido

6.09.2008
Natalia Gorbanevskaya presente en Praga. Fuente: pwf.cz

Hace unas semanas comenté el Festival Literario en Praga que llevaba el título 1968: Laughter and Forgetting”. Pues ahora en el ADN Cultura informan algunas de las conclusiones de ese festival que honra un año tan memorable (y no por las egocéntricas razones que uds. podrían creer, obviamente). Dice la nota:

La canadiense Margaret Atwood considera que 1968 fue "la segunda oleada del movimiento de liberación de la mujer", marcado por la minifalda y los anticonceptivos antes de la gran resaca de los años del sida y de los fundamentalismos religiosos. Lejos de los temas de la liberación sexual, los escritores checos Ivan Klima, Ludvik Vaculik y Jiri Grusa aún debaten, con el mismo fervor del pasado, para saber si esa Primavera de Praga de 1968 fue un enfrentamiento entre facciones comunistas o un aire precursor de la caída del imperio soviético. Natalia Gorbanevskaya, que ahora tiene 72 años, nunca se planeó esta cuestión. "Por cinco minutos de libertad en la Plaza Roja de Moscú estábamos dispuestos a pasar nuestra vida en prisión", recuerda la escritora, que fue internada en un psiquiátrico por haberse manifestado junto con otros seis disidentes ante el Kremlin, el 25 de agosto de 1968, en favor de una Checoslovaquia "libre e independiente". Ivan Klima no esconde una cierta nostalgia. "Entonces la cultura tenía un sentido; era la voz más libre que se podía escuchar", subraya. Para Ludvik Vaculik, además, esto ocurría porque "el enemigo era más fácil de identificar". A sus 61 años, con la fama internacional con la que soñaba cuando estudiaba en la universidad estadounidense de Columbia, Paul Auster asegura que sigue siendo "el mismo". "Pienso de la misma forma y busco siempre la justicia y la igualdad de una sociedad donde se viva juntos en vez de cada uno por su lado", dice.

Etiquetas: , , , , , ,

Vila Matas viajero

4.28.2008
Enrique Vila Matas. Foto: Daniel Mordzinski

Vila Matas no se agota nunca. Acaba de estar en Praga, donde se encontró con diversos peruanos (como Ricardo Sumalavia y Teresa Ruiz Rosas) y pronto regresará rumbo a Burdeos donde espera encontrarse, entre otros, con su entrañable amigo Sergio Pitol. Pero antes estuvo en Portugal, donde Daniel Mordzinski lo retrató con lentes oscuros y gabardina. Y después de ese viaje, pero antes de Praga, estuvo en París. Y en su "Dietario Voluble" da cuenta de este viaje literario que incluye una visita a librerías (donde encuentra, en medio de apetitosas obras francesas, una versión traducida del querido Antonio Ungar), un encuentro con la casa de Apollinaire y una recomendación libresca que conseguiré cuando vaya a Madrid: La isla, de Giani Stuparich publicado por Minúscula.

En la librería L'Écume des Pages adquiero diversos libros. Trieste dans mes souvenirs, de Giani Stuparich; Daniel, de François Jonquet (una semblanza del actor Daniel Emilfork, hecha por uno de sus mejores amigos); Contes carnivores, de Bernard Quiriny; Le rapport Stein, de José Carlos Llop, un libro muy bien acogido en Francia; el número de abril de La Nouvelle Revue Française, con el homenaje que Linda Lé y Antonio Lobo Antunes le rinden a Christian Bourgois, el gran editor recientemente fallecido; Mes enfers, del alemán Jacob Elias Poritzky (1876-1935); Plein été, de Colette Fellous; Les oreilles du loup, la versión francesa de la novela de Antonio Ungar, un excelente escritor colombiano que vive actualmente en Palestina.

(...) en la esquina de Saint-Guillaume con el Boulevard Saint-Germain, en el número 202, encuentro la mansión y las buhardillas del poeta Apollinaire. En un quiosco cercano compro el último número de la ultramoderna Technikart y doy allí con un artículo de Antoni Casas Ros, el famoso escritor invisible, absolutamente de moda en París. En su texto el autor de El teorema de Almodóvar reivindica el derecho del escritor a no hacer nada, a tomarse todo el tiempo que necesite para la lenta eclosión de sus gérmenes. Imagino al hombre invisible sin hacer nada y luego miro hacia la casa de Apollinaire y me acuerdo de los objetos y rarezas que él y su mayordomo robaban sistemáticamente en el Louvre todas las mañanas y que fueron acumulando, a lo largo de los años, en las buhardillas del inmueble. Eran otros tiempos, sin duda. Eran días en los que aún se podía ir de excursión a robar al Louvre. En el vuelo de regreso leo el relato largo La isla, del triestino Giani Stuparich (1891-1961), publicado por Minúscula. Me impresiona. Es una obra maestra, una historia de vida y muerte, vista con la luz más despiadada y objetiva del más hermoso de los días. Me ocuparé otro día de ese intenso relato, porque hoy me parece que apenas tengo tiempo, y mañana salgo hacia Praga.

Etiquetas: , , , , , ,