MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Supersticiones literaria

Pata de conejo contra el viernes 13. Fuente: micajóndesastre

Hoy es Viernes 13, un pésimo día para algunos, una pésima película para la mayoría. No existe nadie más supersticioso que yo, aunque debo decir que el Viernes 13 no es un día que especialmente me ponga nervioso. Será que al 13 no le tengo miedo, qué raro. En fin, me alegra saber que no soy el único supersticioso del gremio (ni el peor). Hoy, en homenaje a la fecha, Juan Palomo en su blog coloca las supersticiones de dos grandes: Ernesto Hemingway y Toni Morrison. Dice:

Aunque no soy supersticioso (pero sólo porque trae mala suerte), en días como éste, viernes y 13, conviene recordar que pocos gremios tan maniáticos como el letraherido. ¿Sabían que Hemingway era incapaz de escribir una línea sin llevar en el bolsillo derecho una castaña de indias y una pata de conejo raída, con los huesos y los tendones relucientes de tanto sobarlos? ¿Y que Toni Morrison, la Nobel estadounidense, no deja entrar a nadie en su cuarto de trabajo porque dice que está lleno de duendes que podrían huir si viesen a un extraño?

Pero en El Cultural hay mucho más al respecto. Han hecho todo un especial sobre supersticiones literarias que incluyen anécdotas de Thomas Mann, Kafka, William Somerset Maugham, Marcel Proust, Mark Twain, García Márquez y otros escritores. Entre tantas anécdotas destaca el detalladísimo ritual de Enrique Vila Matas explicado por él mismo:

Por las mañanas, si despierto en mi casa de Barcelona, lo primero que hago es mirar por la ventana, confirmar que se ha hecho o se hará de día. A continuación, le pongo una vela a Gombrowicz, renuevo mi culto. Después, me santiguo, hago la señal de la cruz, tranquilizo al Dios cristiano. Acto seguido, toco una varita mágica que compré en Colonia en compañía de Cristina Fernández Cubas, calmo a los dioses paganos. Esa varita está en mi escritorio desde hace once años, y cualquiera se atreve a desplazarla a otro lugar de la casa. Por si usted no lo sabía, Cristina tiene magia, tiene extrañas relaciones con el mundo de las cosas que ya no existen, se dice que tiene poderes y una gran capacidad para captar lo extraordinario en lo normal. Cuando compramos en Colonia mi varita (ella se compró otra igual), me dijo que no la perdiera de vista, por eso toco esa varita cada mañana”.

A mí Wendy Guerra, en Cuba, me leyó unas monedas en un coco partido en dos. Y luego me regaló el coco. Y yo lo he perdido, Wendy, lo he perdido...

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4:02 p. m.

Como esta sr Thays, bueno lo que , pienso es, que no hay superticiones en todos, los escritores, que leido. Sus biografias, no demuestran que tengan, superticiones. A mi parecer,si los tiene , lo tendran algunos y muy pocos.
Saludos
Hasta luego    



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