MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

El latinoamericano Mo Yan

6.12.2009
Mo Yan. Fuente: seattletimes


Mo Yan es la gran sensación de la literatura china actual. En "El Cultural", Rafael Narbona reseña su novela recién traducida en España La vida y la muerte me están desgastando (Kailas) y en ella enfatiza los vínculos de Mo Yan con la literatura de América Latina:

Se asocia a Mo Yan con el realismo mágico de García Márquez, filiación que el autor de Sorgo rojo y Las baladas del ajo no rechaza. De hecho, ha reconocido muchas similitudes entre la percepción de lo real en la China rural y la asombrosa imaginación de los pueblos latinoamericanos, donde no se discri- mina entre mito y experiencia. Sin embargo, Mo Yan está más cerca de Rabelais que del universo premoral de Macondo. Rabelais prefigura las innovaciones de Rulfo, aunque sin ese trasfondo trágico del alma mexicana, hundida en un fatalismo negro que recuerda la España de Solana. Rulfo desecha lo grotesco, la crueldad y la inmundicia. Ahora que se cumplen veinte años de la matanza de Tianamen, las ansias de libertad y democracia del pueblo chino hallan cobijo en el espíritu crítico de autores como Mo Yan. Mo Yan significa “No hables”, pero Guan Moye (su verdadero nombre) no parece dispuesto a enmudecer. China es un pueblo desgarrado por las paradojas y los contrastes, y Mo Yan ha asumido el compromiso de narrar la incertidumbre de una nación abocada a cambiar.

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Mo Yan reseñado

5.21.2009
Mo Yan. Fuente: publico.es

Luego del éxito que ha tenido en España la publicación de quien, hoy por hoy, se ha convertido en el más importante escritor chino de la actualidad, Mo Yan, ahora aparece su novela más ambiciosa (y miren que son ambiciosas y extensas las otras) titulada La vida y la muerte me están desgastando (Kailas). José María Guelbenzu le hace la reseña:
La vida y la muerte me están desgastando es una novela-río en la que se cuenta la historia de Ximen Nao, un terrateniente que es ejecutado por el régimen comunista y se pasa dos años en el infierno antes de ser devuelto a la Tierra por el señor del inframundo, Yama. Regresa a su aldea reencarnado en un burro. A partir de aquí (estamos en 1950) asistirá al triunfo del comunismo en China, a la Revolución Cultural, a la muerte de Mao y, finalmente, tras reencarnarse sucesivamente durante todo ese tiempo en cerdo, buey, perro y mono, recuperará al fin su forma humana como el niño de cabeza grande Lan Qiansui. Al principio, un sirviente de Yama le ofrece morir si no quiere enfrentarse a su destino, pero él lo rechaza: "Quiero conservar mi sufrimiento, mis preocupaciones y mi hostilidad. De lo contrario, no tendría sentido regresar a mi mundo". Su actitud es la de un resistente que en su condición animal asiste al desarrollo de la vida en la pequeña aldea remota sacudida por las convulsiones y transformaciones de un maoísmo interpretado por unos rústicos; el periplo de Ximen reencarnado se convierte en un microcosmos de la vida china en la segunda mitad del siglo además de una fábula de la resistencia ante el igualitarismo autoritario. El relato contiene los ingredientes de la tradición narrativa china admirablemente mezclada con la tradición occidental. Es un mundo fantástico el que se despliega ante los ojos del lector, pero un mundo fantástico en el cual la fantasía transcurre por los caminos de la narración realista, lo que origina un contraste singular y fascinante. El imaginario chino está lleno de imágenes prodigiosas que, como en el mundo de la mitología, enhebra hechos portentosos con actitudes cotidianas y Mo Yan ha aprovechado esta característica para elaborar una ficción de una flexibilidad y delicadeza extraordinarias. No es un ejemplo de lo que Carpentier llamó "lo real maravilloso" -aunque el autor reconoce su interés por autores como García Márquez- sino un relato que parte de una espiritualidad oriental para adentrarse en la realidad a través de lo simbólico. A ello hay que añadir un refinado sentido del humor que desemboca en sátira con frecuencia y que, incluso en sus momentos más crudos, no se deja llevar por el facilismo ni por el trazo grueso. (...) Como es costumbre en la tradición china, el relato está plagado de anécdotas que continuamente se desvían del caudal central para regresar a él como afluentes cargados de agua nueva y las más de setecientas páginas fluyen llenas de inteligencia. Gran escritura que nos abre un mundo a la vez tan lejos y tan cerca de nuestro mundo occidental, un libro para pensar, disfrutar y descubrir la mirada de una cultura distinta y fascinante. -

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Grandes pechos amplias caderas

9.16.2007
Carátula del libro en Kailas. Fuente: elmundo

Sólo tuve un día en Madrid y era difícil acertar 100% en las compras. Lo hice bastante bien, creo, pero de la elaborada lista que hice algunos libros no los pude conseguir en las tres librerías a las que fui. Uno de ellos, y lo lamento muchísimo, fue Grandes pechos, amplias caderas, la novela de Mo Yan editada por Kailas, y que ahora comentan en "Babelia" para mi eterno desconsuelo. Bueno, no eterno porque sé que un amigo vendrá de Madrid a Lima en unos días así que seguro la conseguiré sí o sí. Por lo pronto, me queda relamerme con la crítica de Francisco Solano quien afirma que "es una novela tan desmesurada y desbordante que abarca la historia de China del siglo XX"

Como en una exuberante alegoría, que resuena en el mismo título, Mo Yan (Shandong, China, 1955) concentra en la mujer china la esencia de un país simultáneamente opulento y paupérrimo que se prolonga por su capacidad de sustentar con su propio cuerpo a sus hijos. La novela es más que un homenaje a la mujer; es la expresión de un asombro inmensurable. De ahí que las descripciones de mujeres sean extraordinarias, de una materialidad física que remite a Faulkner. Poco importa que a los varones se les relegue con un retrato más atolondrado y escueto. En novelas de esta envergadura los defectos, las desproporciones y asimetrías, son las burbujas de un caldo que hierve a la temperatura adecuada. Leer esta extensísima novela, que agota y enaltece por su deslumbrante pasión literaria, es una inmersión en las contiendas primordiales de la naturaleza humana. Grandes pechos amplias caderas es un novelón, es decir, un lugar para permanecer hasta que nos destierre la última página.

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Mo Yan

8.05.2007
Mo Yan, el Kafka chino. Fuente: edition caracteres

Quizá muchos han visto "Sorgo Rojo", la película que lanzó a la fama a Zhang Yi Mou (y de paso a la hermosa Gong Li). Pero lo que muy pocos sabíamos era que detrás de la anécdota de esa película estaba la novela de un autor al que llaman "El Kafka chino". Se trata de Mo Yan y la novela que originó "Sorgo rojo" se titula La Familia. El autor es uno de los más celebrados de china, muy conocido en Europa, propuesto al Nobel por el mismo Kenzaburo Oe y cuya obra se le vincula a la de Kundera, García Máquez y William Faulkner, además de Kafka (ya uds. decida qué tienen estos nombres en común). Ahora, en España han traducido una nueva novela suya, 'Grandes pechos amplias caderas' editada por Kailas. La noticia en "El Mundo".

La nota resume la anécdota: "Obligada a casarse con un herrero estéril, Shangguan Lu dará a luz ocho niñas antes del nacimiento de Jintong, el esperado varón que deberá perpetuar la estirpe, además de ejercer de narrador de la historia. Mo Yan, que en realidad se llama Guan Moye, pretende con esta novela épica rendir homenaje al universo femenino en un país aún hoy regido por hombres."

El autor declaró a "El Mundo": "Las mujeres han mostrado una gran capacidad de aguante, un espíritu de entrega y resistencia. Me he dado cuenta que la mujer es capaz de resistir en momentos en los que los hombres tiran la toalla. Son valientes ante el peligro y ayudan a los hombres a armarse de valor. Por eso, en mis novelas existe un homenaje al universo femenino".

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