MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Juan Ramón Jiménez digital

11.25.2009
Juan Ramón Jiménez en 1957. Fuente: ABC

Juan Ramón Jiménez, el poeta español y Premio Nobel, súbitamente convertido en protagonista de la novela de un autor peruano consagrado -en los próximos días más datos al respecto-, ha conseguido un triunfo en la era digital. Su esfuerzo por ordenar sus papeles durante los últimos años, encerrado en la Universidad de Puerto Rico (donde quisiera encerrarme también yo, pero Mayra ya me olvidó), ha terminado en una biblioteca digitalizada para felicidad de sus familiares y lectores. Dice la nota:

La Junta de Andalucía, la Diputación de Huelva, la Residencia de Estudiantes y los herederos de Juan Ramón Jiménez han firmado un convenio por 140.000 euros por el que se comprometen a digitalizar, a partir de enero de 2010, la ingente cantidad de documentación que existe en la Sala Zenobia y Juan Ramón de la Universidad de Puerto Rico. Carmen Hernández Pinzón ha declarado a ABC que esta «emocionada, porque ha sido uno de los principales objetivos de la familia desde hace muchos años. Primero porque el clima tropical no es el mejor para conservar documentos y ahora la digitalización permitirá la conservación del archivo, así como su organización y puesta a disposición de todos los investigadores del mundo». El archivo de Juan Ramón es un océano de miles de papeles que no han sido catalogados aún convenientemente y de cuya investigación han ido saliendo grandes joyas de nuestra literatura, como saben los lectores de ABC. Durante los últimos años de su vida, Juan Ramón Jiménez se encerró en la Universidad de Puerto Rico tratando de dar un sentido a su obra, en una empresa de corrección y edición, dejando libros revisados, otros proyectados y algunos entrevistos, que daba la vuelta a toda su obra. Juan Ramón murió en 1958 sin poder acabar esta ingente labor. De hecho no ha sido hasta fecha reciente cuando hemos conocido la verdadera importancia de su obra en las letras del siglo XX.
Hablamos de un Nobel español, pero nuestro país ha tardado 50 años en saldar sus deudas con el poeta de Moguer. Tratando de decantar una obra inmensa que atravesaba el siglo, recibió el Nobel y vio morir a su esposa. Hasta cuarenta años después de su muerte no fue publicada de manera ordenada su obra final, la de mayor enjundia y la que rompe todos los clichés que pesan todavía sobre él entre nosotros.

Etiquetas: , , , ,

Amor virtual en 1904

5.30.2008
Juan Ramón Jiménez con Zenobia, que sí fue un amor real. Fuente: 39ymas

En el diario "La República" han tenido la idea de recordar los 50 años de Juan Ramón Jiménez contando la anécdota, muy celebrada en el Perú, del engaño que le hicieron al poeta español un grupo de escritores peruanos. Cual si fuera una estafa de chat o facebook, se inventaron un nombre femenino y engatuzaron al pobre Jiménez haciéndose pasar por una tal Georgina Hübner. Así lo cuenta el diario:
Según la historia –y también la leyenda– todo ocurrió el 8 de marzo de 1904. Entonces el joven poeta José Gálvez Barnechea, quien fuera llamado después el "Poeta de la Juventud" y su amigo, también poeta, Carlos Rodríguez Hübner, quisieron escribir al poeta para pedirle un libro suyo. Pero, pensándolo bien, se dijeron quiénes eran ellos para solicitarle con sus nombres un libro. Así que, cavilaciones y maquinaciones, se les ocurrió que la petición de la carta sea una señorita limeña de veinte años que se llamara Georgina Hübner (la leyenda cuenta que era el nombre real de una prima de Carlos, que era cómplice pero que nunca escribió nada). Ni bien Juan Ramón recibió la misiva, respondió no sin dejar de enviarle un ejemplar de Arias tristes y unas líneas de finísima, para la época, galantería: "Gracias por su fineza. Y créame su muy suyo, que le besa los pies, Juan R. Jiménez", escribió el poeta. A estas cartas se suman otras y cada vez más íntimas, hasta que Juan Ramón le prometió cruzar los mares y llegar a Lima y, como garantía de su amor, le anunció que su próximo libro Jardines lejanos iba a estar dedicado a ella. Ante este anuncio de viaje del poeta, Gálvez y su amigo no sabían qué hacer. La broma se había convertido en cosa seria. No se les ocurrió otra cosa que "matar" a Georgina Hübner. Y así se lo hicieron saber a través del consulado peruano en España. Enterado, el poeta se puso triste, como un viudo, y escribió el poema (del que hay varias versiones) "Carta a Georgina Hübner en el cielo de Lima", publicado años después en Laberinto (1913). El poeta Juan Ramón Jiménez se había enamorado de una ficción

Supongo que esos traviesos poetas peruanos se hubieran andado con más cuidado si supieran que unas décadas más tarde, el poeta entraría en una enorme depresión que le costaría la vida luego de la muerte de su mujer Zenobia Camprubí, a quien conoció en 1913.

Etiquetas: , , ,

Juan Ramón Jiménez: 50 años

5.29.2008
Mosaico en Moguer dedicado a Juan Ramón Jiménez. Fuente: fundacion jrj

Un día como hoy hace 50 años, murió el poeta Juan Ramón Jiménez, "Padre Espiritual de la Generación del 27" como decían las notas para docentes de la academia donde enseñaba. Consiguió el Premio Nobel en 1956 y es autor de Platero y yo, un poético libro que se lee cada vez menos. Y cada vez menor también es el interés que tiene su país, España, por conmemorar a uno de sus poetas más célebres. Salvo algunas instituciones particulares y los escolares del pequeño Moguer, donde nació el autor, nadie ha recordado al escritor que sufría de neurastenia y depresión crónica (según esas mismas notas antes citadas). Lo cuenta así "El País":
A Juan Ramón Jiménez le concedieron el Premio Nobel el 25 de octubre de 1956, dos días después moría su mujer, Zenobia Caprubí, en Puerto Rico, donde hoy hace exactamente cincuenta años moría él también. Su heredera Carmen Hernández Pinzón se lamenta de que en este día no haya ningún acto institucional que recuerde esta fecha. Desde que en 2006 se creara, desde la Diputación de Huelva, el trienio juanramoniano para conmemorar estas efemérides, "se han hecho exposiciones, y sobre todo publicaciones y reediciones, que es lo que más nos interesa para que se conozca su obra, pero, la verdad, da pena que hoy en el aniversario de su muerte no se haga nada para recordarlo", ha explicado Pinzón, sobrina nieta del poeta y la persona que cuida de todo su legado. Y es que a Juan Ramón Jiménez, que nació en Moguer (Huelva) en 1881, "padre de todos los poetas, del que han bebido todas las generaciones y el que mejor resiste la prueba del paso del tiempo por su pureza", como reconoce el poeta leonés y antólogo del Nobel Antonio Colinas, todavía no se le conoce bien. "Después de medio siglo de su muerte queda mucha obra suya por publicar. Han salido muchas reediciones y hemos adelantado libros, pero queda mucha obra por conocer para saber cómo iba creciendo la voz de Juan Ramón como poeta, y en eso estamos.

Etiquetas: , , , ,

Las entrañas del Nóbel

11.18.2007
Carta en respaldo a Juan Ramón Jiménez. Fuente: el país

Para los que estamos interesados en los dimes y diretes y cómo se mueven las cosas en las entrañas de los premios Nóbel (que levante la mano el que diga que no), el artículo publicado por "El País" al respecto no tiene pierde. Se desvelan las cartas y actas secretas de los académicos y se conocen datos como, por ejemplo, que España no apoyó la candidatura de Juan Ramón Jiménez y prefirió apoyar la de Menéndez Pidal, quien no lo ganó por anciano. Y que Unamuno no les gustaba como autor, aunque reconocían su importancia en el mundo hispano. Cosas así.
Dice la nota: "En los archivos del Nobel hay constancia de que su poesía “mística” no conquistó al comité sueco de inmediato, pese a los esfuerzos de Bowra, y a los del escritor Hjalmar Gullbert, su principal valedor en la Academia de Estocolmo. Para la institución, no dejaba de ser un intransigente en materia de arte, una criatura fuera del tiempo, que había polemizado con buena parte del universo poético hispano. El suyo no era, a priori, un perfil de Nobel, y los archivos rebelan que si lo conquistó, a la quinta convocatoria, fue también porque España llevaba demasiado tiempo sin conseguirlo. Para los académicos suecos su poesía era hierática, demasiado cerrada, difícil y elitista. Y, sobre todo, carente de “ardor”. Gullbert reconoce en uno de sus informes que Jiménez no tiene el calor vital de un Antonio Machado o un Federico García Lorca, pero, “a ninguno de los dos podemos premiarles porque han muerto en la Guerra Civil”. Los nominados de 1956, el año de su triunfo, eran más de una treintena. Nombres famosos, como Albert Camus, Graham Greene, y Ezra Pound, entre decenas de perfectos desconocidos. Uno de ellos, un tal Jorge Luis Borges. El escritor argentino fue descartado sin demasiados miramientos. “No carece de interés”, escribe uno de los miembros del Comité, “pero no destaca en absoluto entre los nominados de este año”. Un año en el que no faltaba Menéndez Pidal, con su apabullante lista de sostenedores internacionales. Pidal era un habitual en las candidaturas desde el año 1931. Pero en su caso los apoyos no surtieron efecto. Los suecos no dejan de ponerle pegas. Primero consideran que sus trabajos filológicos no encajan en el Nobel. Años después reconocen que sí. Pero para entonces, Pidal es anciano, objeta el académico Sigfrid Siwertz. “Tiene 83 años, y hace poco que se ha rechazado a [Benedetto] Croce por eso”.

Etiquetas: , , , , ,