Vila Matas sobre novela imperfecta
Encuentro en el Dietario Voluble de Enrique Vila Matas este elogio a las novelas imperfectas:
Muy a menudo los "grandes escritores" son solemnes, horribles figurones que a los lectores no les aportan nada, salvo cartón piedra, premio Nobel fallido y tontería. Algunos forman tríos, que hasta parecen "el trío de la bencina" o el de "los tres tenores". Siempre huí de ellos. En cambio, en los libros imperfectos de los "escritores buenos", fui encontrando, a lo largo de mis años de formación, páginas verdaderamente interesantes, y hasta útiles. De hecho, los libros decisivos nunca los hallé en el cementerio de sepulcros de mármol de los "grandes escritores", sino en territorios contiguos, tras dar el salto al otro lado del camposanto.
para ejemplificar la idea, además, acude a un texto que en mi elíptica educación literaria también es capital: la novela de Peter Handke Carta breve para un largo adiós. Dice:
Tiempo después, también en los años de formación, encontraría otro libro inolvidable, también imperfecto: Carta breve para un largo adiós, de Peter Handke. Di allí con el tono de voz de mi generación, o al menos con el que yo deseaba tener cuando escribiera. Lo que más me sorprendió fue que al final de la novela los dos jóvenes protagonistas hablaban con el cineasta John Ford. ¿Así que los personajes reales como Ford podían salir en las novelas aunque no fueran exactamente ellos ni dijeran lo que decían en la vida verdadera?
En aquella novela, Ford hablaba siempre en plural. "Los americanos hablamos así, aunque sea de nuestros asuntos privados. Para nosotros, todo lo que hacemos forma parte de una acción pública común (...). No utilizamos el yo con tanta solemnidad como vosotros". Con solemnidad o no, el narrador de Carta breve para un largo adiós utilizaba muy seductoramente su yo, probablemente porque su formación era europea. Ni en mis propias narraciones esa sombra del yo me ha abandonado desde entonces: un yo -eso sí- tergiversado y falso siempre, entendido como una variante de ese posible salto al otro lado, como una variante más del discurso de John Ford hablando en plural sobre él mismo:
"-¿Sueña usted a menudo? -le preguntó Judith.
-Casi nunca soñamos ya -dijo John Ford-. Y si lo hacemos se nos olvida. Como hablamos de todo, no nos queda nada para soñar".
En este sentido, yo soy norteamericano desde hace tiempo.
Etiquetas: españa, handke, mordzinski, NOTICIA, peter handke, vila matas
Vila Matas tiene tanto para decir, que siempre parece faltar tiempo para escucharlo más, para leerlo más. Gracias, Iván!
3:45 a. m.
No conocía esta foto de Vila Matas, qué buena!!!
Felicidades por este espacio!!
saludos desde calidoscopio.net
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