MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Rescate de Di Benedetto

2.28.2007

[EL MERCURIO] Esta frase de Alvaro Matus en "La Revista de Libros" sobre la edición de la obra cuentística completa de Antonio Di Benedetto en el sello argentino Adriana Hidalgo es estupenda: "Ahora que la editorial Adriana Hidalgo concluye el rescate de toda su obra con la publicación de Cuentos completos, la figura de Antonio di Benedetto (1922-1986) se vuelve todavía más misteriosa, atrevida, insoslayable".

Como recuerda Matus, Di Benedetto el es autor de la famosa novela Zama (famosa al menos en los circuitos universitarios) y la inspiración para uno de los mejores cuentos de Roberto Bolaño, si no el mejor, llamado "Sensini" sobre un escritor que vive de mandar cuentos suyos a concursos literarios españoles de provincia. En la nota se transcribe, además, una carta que le envió Jorge Luis Borges luego de leer un cuento sobre gauchos de Di Benedetto: "Querido amigo: María Kodama me leyó su cuento en Madrid. Usted no se ha limitado a evitar victoriosamente los riesgos arqueológicos de una ficción que ocurre en otro tiempo. Usted ha escrito páginas esenciales que me han emocionado y que siguen emocionándome. Espero reanudar, aquí o en Europa, nuestro diálogo". Por cierto, ambos escritores murieron en 1986. Ya sabemos donde continuó ese diálogo.

El retorno de Filip Latinovicz


[NOVEDAD] Si alguien me hiciera en este momento la pregunta qué te gustaría leer ahora mismo (¿por qué nadie hará esas preguntas en las entrevistas? ¿qué tienen de atractivo la pelea andinos/criollos casi dos años después de ocurrida o peor aún los ridículos blogs basura?) diría sin dudar: El retorno de Filip Latinovicz de Mirolsv Krleza, que acaba de publicar Minúscula. ¿Qué tiene de atractivo ese libro? Les dejo la reseña y luego me dicen si no se mueren por leerlo también uds.:

Dice: "Filip, un pintor en plena crisis creativa que después de la Gran Guerra regresa a su país tras largos años de ausencia, llega a la estación de Kaptol en Zagreb y emprende viaje hacia el norte de Croacia. Allí, en la llanura de Panonia, vive su madre. En ese ambiente marcado por la decadencia de las tradiciones habsburguesas, por el encuentro y el desencuentro entre los distintos pueblos del área danubiana y por los olores y los colores del mundo rural, Filip se abandona al flujo violento e impredecible de la memoria. Sumido en el hastío pueblerino, que agudiza su desarraigo, y atormentado por no saber quién es realmente su padre, inicia una relación con una mujer del lugar. "El retorno de Filip Latinovicz", que data de 1932, es el singular retrato de un artista atribulado y el extraordinario fresco de la disolución de un imperio".

Agota Kristof escéptica


[BABELIA] La publicación de su trilogía novelística (compuesta por El gran cuaderno, La prueba y La tercera mentira) en España, por el sello El Aleph y bajo el título Claus y Lucas, sirve de pretexto para una entrevista de Javier Rodríguez Marco a la escritora de culto nacida en Hungría Agota Kristof que publica en su última edición el suplemento Babelia. También se ha traducido recientemente La analfabeta: un relato autobiográfico (editorial Obelisco) del cual dice ella: "Me equivoqué al publicar esos textos. Es una recopilación de narraciones que, hace años, mandaba a una revista en alemán de Zúrich. No tienen ningún valor. Son redacciones escolares. ¿Por qué las publiqué? Entonces porque necesitaba el dinero. Ahora porque se empeñó el editor suizo. Estaban en el archivo del Estado, en Berna. Allí mandé todos mis papeles. A mí me daba igual. De todos modos, no hay quien entienda nada. Mi editor francés no lo quiso y en Alemania le dieron el premio de los críticos. Diez mil euros. No fui a recogerlos".

Sin embargo, pese a lo radical que suenan estas palabras (y el acto de despreciar un premio), no son nada comparadas con el párrafo central de la entrevista, donde Kristof realmente es dura consigo mismo pero, oh dios, al mismo tiempo excesivamente lúcida (si la lucidez puede ser un exceso). Dice que ha dejado la literatura: "No lo necesito. Para mí la escritura es demasiado importante como para hacer algo que no me guste. Y no creo que me salga ya nada mejor de lo que escribí. ¿Para qué empeñarse? Tuve tres hijos y estuve casada dos veces. Nada de eso me impidió escribir. Quizás la fábrica... Ahora tengo todo el tiempo del mundo y no lo hago".

Bajo ese mismo concepto, tampoco quiere que se publiquen sus primeros poemas, escritos directamente en húngaro: "En húngaro era muy poética. Demasiado. Por eso no me gustan aquellos poemas. Creo que si hubiera seguido escribiendo en húngaro habría ido quitando y quitando, diciendo sólo lo estrictamente necesario. Seguramente mi forma de escribir viene del teatro. Diálogo puro. Lo justo, sin relleno, sin grasa. ¿Para qué dar vueltas? ¿Para hacer literatura? No me interesa la literatura".
¿Algo más que agregar? Para qué mas.

Un hincha de Barcelona


[EL MERCURIO] Leo en la "Revista de libros" el discurso de Juan Villoro al recibir el premio de periodismo "Manuel Vásquez Montalbán" en España el 19 de febrero, en la categoría de Periodismo Deportivo. Sus palabras estuvieron enficadas a describir a la admiración que siente por la ciudad de Barcelona -donde vivió unos años- que empezó como un fanatismo futbolero. Sí, Juan es hincha del Barça: "El primer regalo que recibí en mi vida fue un llavero con el escudo azulgrana. Mi padre nació en Barcelona, vivió aquí hasta los diez años, y emigró a México en 1932. De niño, atesoró con fervor algunas cosas de su ciudad perdida: el parque de la Ciudadela, las aceras con lado de "mar" y lado de "montaña", el equipo que salta al campo con los colores del Hombre Araña. Me hice del Barça por extensión, como quien adquiere un mundo de fantasmas. En aquel tiempo anterior a la televisión satelital, muy de vez en cuando llegaban noticias de ese equipo. A principios de los años 60, vi al Barcelona de Cayetano Re en su gira por México, y en 1969, a los 12 años, fui con mi padre al Camp Nou a un derby contra el Real Madrid. No es fácil explicar lo que un equipo representa para la gente del exilio. Se trata más de una entidad soñada, hecha de idealizaciones, que de una escuadra que decide marcadores. Cuando la televisión comenzó a transmitir vía satélite, los culés de México nos sorprendimos de que nuestro club existiera".

Cuando supe de la desgracia que sucedió al Barcelona en el partido de ida de la Champions League, pensé de inmediato en Juan Villoro, quien debe estar rezando desde ahorita para que se cumpla el Milagro de Anfield y puedan eliminar al Liverpool en su propia casa. Peor imposible. A ver si Ronaldhino resulta el héroe que Juan pronosticó en un artículo estupendo en Etiqueta negra, y no el desastre del que fuimos testigos en el mundial de Alemania.
En la foto, Juan Villoro no solo es estupendo en literatura sino también hablando de fútbol

Encuesta: novela llevada al cine


[ENCUESTA] Como se sabe, la relación entre el cine y la literatura ha sido siempre muy productiva y, al mismo tiempo, muy tirante. ¿Puede adapatarse correctamente una novela al cine? Hay intentos fallidos y también -en menor medida- logrados. Incluso hay intentos muy osados (como el de Michael Winterbotton de llevar Tristán Shandy al cine, proyecto del que, por cierto, no sale mal librado).
Y ya que estamos en el mes de los premios de cine, y que en muchos de ellos existe la categoría "mejor guión adaptado", la pregunta de esta encuesta es: ¿qué novela peruana le gustaría verla llevada al cine?"

Encuesta: Fresán debería tener un blog


[ENCUESTA] A fines de enero, cuando esta encuesta fue colocada, el autor que sacaba varios cuerpos de ventajas a los demás como esperadísimo nuevo blogger era Mario Bellatin. Ahora, descubro que en este mes la gente ha estado votando mucho por Rodrigo Fresán quien ha conseguido 144 votos (18%) sobre los 131 (16%) de Mario Bellatin. En tercer lugar, un poco más lejos que ellos, está Enrique Vila Matas con el 11% (92 votos).

En realidad, como lo comenté antes, me encantaría leer blogs de todos los que están en la encuesta. Viendo solamente a los tres ganadores, resulta obvio que si Fresán, Bellatin y Vila Matas decidieran abrir blogs serían tres bitácoras absolutamente distintas entre sí, y más que seguro que las tres de altísimo nivel. ¿Podrá ser posible? ¿Se animarán Bellatin, Fresán o Vila Matas en algún momento a abrir un blog? Sin duda, para autores como Fresán o Vila Matas, que participan frecuentemente en la prensa, no habría ningún problema con mantenerlo al día. Entonces ¿por qué no?
En la foto, Fresán ¿se animará alguna vez a abrir un blog?

Retorno de Moleskine: editorial

2.27.2007

[EDITORIAL] Es curioso que mi retorno a Moleskine coincida con el artículo de Alonso Alegría –comentado con justa dureza por Gustavo Faverón- en el que se menosprecia a los blogs en general, y en particular a los blogs literarios. Estas semanas lejos de la blogósfera me han servido para descubrir dos cosas aparentemente (solo aparentemente) contradictorias: lo inútil que son los blogs, y lo útil que pueden ser. He dejado de leer la mayoría de blogs personales (incluyendo el de amigos), positivos o negativos, y no los he echado de menos en ningún momento. Sin embargo, cuando me interesó un suceso importante o interesante (por poner un ejemplo, el último Oscar y sus entredichos) he tenido que recurrir a los blogs para tener una información más personal, de último minuto, más divertida o polémica, pues los diarios y la TV suelen no tener identidad y viven al servicio de los cables de noticias.

Lo mismo con temas literarios.

Quizá sea cierto lo que dice Alegría y el mayor porcentaje de blogs están realizados por desconocidos y son leídos solo por sus amigos. Aunque no sé por qué está mal eso. De hecho, tengo un blog con un grupo de amigos sobre un tema absolutamente personal e incluso ridículo para muchos (campeonatos de futbol virtual en mi casa los días viernes) y me siento orgulloso de ese blog, sin esperar que suba en ningún ránking ni que tenga más lectores que el circuito de amigos (aunque hay un montón de amables simpatizantes que entran al blog y son como de casa). Por mi parte, también disfruto metiéndome en algunos blogs personales o colectivos y enterarme de esas cosas privadas expuestas públicamente; y me parece estupenda la posibilidad de que un muchacho que publica sus poemas para sí mismo termine recibiendo la visita de un desconocido, imprevistamente, y las infinitas posibilidades que pueden surgir de ese encuentro.

Sin duda, lo que no entiende Alegría, lo que no entienden incluso muchos bloggers, es que más allá de esos casos particulares, esta herramienta puede devenir en algo absolutamente profesional y riguroso, ya sea creciendo hasta convertirse en un portal (como lo es Cinencuentro y, por cierto, espero que algún día sea Moleskine) o manteniendo su identidad de bitácora pero de gran calidad, como es Puente aéreo de Gustavo Faverón, por poner un ejemplo, que es una columna de opinión imprescindible como pocas de los medios escritos.

Sería largo y tedioso ennumerar las ventajas de los blogs sobre los medios escritos, más allá de los miles de lectores. Sin embargo, si quiero resaltar algo que al parecer no está contemplado en el artículo de Alegría y que hubiera sido bueno que lo piense antes de escribirlo: mientras que en un diario el “prestigio” del columnista lo gana el hecho de haber sido contratado por un editor para colaborar en la edición impresa, el prestigio de un blogger y su blog se gana a pulso, post a post, solo gracias a su capacidad para despertar el interés de sus lectores. Para decirlo de un modo más directo: muchos lectores (salvo quizá, justamente, sus familiares y amigos) leemos a Alonso Alegría porque nos interesa el teatro y es él quien escribe sobre eso en Perú21. Pero si mañana cambiasen al comentarista de teatro de ese diario, dejaríamos de leer a Alegría y leeríamos al nuevo comentarista con igual atención (y Alegría tendría entonces la posibilidad de abrir, oh ironía, un blog y descubrir cuántos lo leen realmente a él y no al diario). Por otra parte, cuando leemos Puente Aéreo lo hacemos porque nos interesa la opinión de Gustavo Faverón y, sin duda, si él dejara de administrarlo y pusiera a otro en su lugar dejaríamos de leer Puente Aéreo, salvo que el reemplazante tenga algo igual de interesante que decir. Así de simple es la cosa.

En fin, una vez dicho esto espero que sigan leyendo Moleskine luego de este lapso que resultó un poco más largo -y más beneficioso para mis proyectos personales- de lo que esperaba.

Bogotá 39

2.02.2007

[ENCUENTRO] Como he mencionado antes en este blog, Bogotá es la Capital Mundial del Libro 2007, y para eso está organizando una serie de eventos. Gracias al auspicio de la asociación Hay Festival (que hace una semana organizó en Cartagena un encuentro al que asistió, como único autor peruano, Alonso Cueto) la ciudad se prepara para un congreso muy original llamado Bogotá 39. Se trata de invitar a 39 narradores latinoamericanos menores de 39 para que discutan el porvenir de la literatura latinoamericana.

Lo original de la convocatoria es que los lectores podrán sugerir los autores que desean que integren esa lista de 39, contestando un breve cuestionario colocado en esta página. Los requisitos son mínimos: Tener por lo menos una obra publicada y potencial de desarrollo; tener menos de 39 años; ser nacionales de un país latinoamericano. Un jurado compuesto por Piedad Bonnett, Héctor Abad Faciolince yÓscar Collazos decidirán quiénes integran el grupo final.

10 años sin Soriano


[PAGINA12] Recuerdo que cuando estaba en los primeros años de Facultad viajé a Buenos Aires con Paul Firbas, un estupendo crítico literario actualmente en EEUU, quien estaba obsesionado con conseguir una edición de La pérdida del reino, de José Bianco, y una entrevista con Mempo Giardinelli, por entonces aún no ganador del premio Rómulo Gallegos pero sí editor de la versión argentina una revista que le enviaba su mamá Lily -quien, dicho sea de paso, se ha convertido en una simpática blogger y poeta- desde Buenos Aires y ambos devorábamos: Puro cuento. Por mi parte, yo estaba interesado en conocer no tanto a Mempo sino, a través suyo, a un autor al que admiraba mucho por sus libros pero, sobre todo, me intrigaba como personaje por aficiones que compartía como su pasión por los gatos, el cine mudo y el fútbol: Oswaldo Soriano. Sabía que Giardinelli y Soriano eran muy amigos, o eso creía, y antes de que terminara la entrevista me atreví a preguntarle si podía contactarme con Soriano. Entonces me lanzó una mirada extraña (entonces no podíainterpretarla, pero ahora la identifico con celos y, claro, la incomodidad de brindar un teléfono privado a un desconocido), y luego me dijo que no iba a poder hablar con él porque era un cascarrabias y si, por ejemplo, lo llamaba a una hora inapropiada iba a tener que aguantar una tanda de insultos porteños. Obviamente, mi espíritu poco aventurero, mortecino y limeño, como la garúa, me hizo desistir.

¿Por qué este recuerdo? Porque la revista Radar le ha dedicado un número especial llamado "10 años sin Soriano" en el que además de publicar textos inéditos, y su última columna, un grupo de escritores argentinos (confieso que escribí "un nutrido grupo" y luego lo borré... uno deja de postear unos días y pierde el ritmo) comenta sus obras o recuerda anécdotas con el autor de Triste, solitario y final (eso de mencionar al autor por su obra es un recurso tan pueril como lo de "nutrido grupo" pero no lo borro porque el título de la novela, obviamente basado en Raymond Chandler, es estupendo). Entre los autores que recuerdan están: Osvaldo Bayer, Rodrigo Fresán, Guillermo Saccomanno, Eduardo Febbro, Ariel Dorfman, Eduardo Galeano, Juan Forn, Rodolfo Rabanal, Luis Gusmán, Jorge Di Paola, Andrew Graham-Yooll, Eduardo Pavlovsky, Mempo Giardinelli, Rogelio Demarchi, Angel Berlanga, Angélica Gorodischer, Esther Cross, Alicia Plante y Angela Pradelli. Se lo merece, aunque tengo la impresión de que ya no se le lee tanto como en los 80.

La Siega 11


[LA SIEGA] Apareció el número once de la revista de arte y cultura La Siega, que dirige Luis Miguel Hermoza. Lo más atractivo es una muestra de narrativa joven, con textos de: Leonardo Aguirre, Franco Cavagnaro, Edwin Chávez, Augusto Effio, Ezio Neyra, Johann Page, Miguel Ángel Torres Vitolas y Carlos Yushimito del Valle. También trae poesía, con autores peruanos como: Erika Almenara (Reino Cerrado, 2006), Gabriela Ibañez Oviedo, y de Rafael Robles Olivos (Buena suerte Peter Paker!, 2005), además de Victoria Guerrero quien hace una antología personal. Dos poetas latinoamericanos, Luis Alberto Carro (Uruguay) y Ulises Varsovia (Chile) , cierran la sección.

Finalmente, también pueden leer en la sección "El Apuntador" una serie de relatos periodísticos sobre vida y cultura homosexual en cuatro localidades mexicanas.
En la foto, Luis Miguel Hermoza, director de "La Siega"