MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Leo Perutz

Carátula de Confabulario dedicado a Leo Perutz

Cada vez me convenzo más de que todo está unido por un lazo invisible, no existen las coincidencias, los libros llegan a nuestra vida justo cuando tienen que llegar. Hace unos meses, encontré en una librería varios libros de Leo Perutz editados por Tusquets muy baratos. Los compré y los dejé en la biblioteca para leerlos en una próxima ocasión. Imprevistamente, la semana pasada el Confabulario (suplemento de El Universal de México) publicó una semblanza de Leo Perutz. Ni más ni menos. Y hace unos minutos, Peter Elmore (quien suele sorprenderse tanto como yo por estas coincidencias) me envió el siguiente mensaje: "(...) en las ultimas semanas he leido varios libros de leo perutz. Quizá lo conozcas; si no, me parece que es un escritor como para ti. Fue un judío checo, que publicó sobre todo entre los años 20 y los 50. Borges le publicó una novela ("El maestro del fin del mundo") en la colección séptimo círculo; la novela es un misterio policial con solución fantástica. Tiene otro libro, para mí aún mejor, que se titula "De noche bajo el puente de piedra". Una maravilla. Primero parece que fuera una coleccion de cuentos de ambiente histórico y tema fantástico, hasta que uno se da cuenta de que también es una novela. El hilo es el romance mágico entre Esther, la judía más bella del ghetto de Praga, y el emperador Rodolfo II, que era un mecenas de alquimistas y amigo del rabino Loew, el que según la leyenda creo al Golem. Perutz no menciona al Golem, pero son varios (y muy buenos) los ejemplos de la magia cabalistica de Loew".

Siguiente paso: leer a Perutz con carácter de urgencia.

Dice la nota en "Confabulario": "La calle es la verdadera y mejor escuela para alguien que ha nacido en Praga y tiene un destino literario. Vale decir, es la ciudad misma, sobrecargada de Historia e historias, la que se ofrece como un libro abierto para quien sea capaz de descifrar su alfabeto y cursar sus páginas. Desde que era niño, Leo solía emprender prolongadas correrías por la Ciudad Vieja praguense. Como a Egon Erwin Kisch, le gustaban especialmente las privadas y las calles de tránsito, los pasadizos y los traspatios, en especial porque estaba prohibido a los transeúntes ordinarios pasear por esos rincones. Se cuenta que, antes de que fueran demolidas, Perutz se dio a la tarea de localizar las calles interiores de la Ciudad Vieja que permanecían ignoradas por las cartografías oficiales y que llegó a encontrar una que tenía seis diferentes salidas hacia vialidades públicas. De sus últimos años como flâneur y descubridor de pasajes incógnitos dejó un hermoso testimonio en el epílogo a su única novela de tema praguense, De noche, bajo el puente de piedra: “La última visita que hice al barrio judío se me quedó grabada en la memoria con más nitidez aun que las anteriores. Faltaban pocos días para las largas vacaciones de verano. Iba caminando con mis cuadernos, que llevaba unidos por una correa, por el antiguo gueto, cuya demolición acababa de iniciarse. Y para mi asombro, en la calle de Joachim y en el callejón del Oro tropecé con dos grandes brechas abiertas a pico, a través de las cuales pude ver calles y callejuelas que hasta entonces desconocía. Y tuve que abrirme camino entre montañas de escombros, de ladrillos rotos, tejas y ripias, caños torcidos, tablas y vigas podridas, enseres destrozados y todo tipo de objetos inservibles”.

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8:18 p. m.

Tal vez ya ni te sorprenda la coincidencia: Peter me habló de Perutz hace una semana y yo me compré de inmediato tres libros del pata para leerlos apenas lleguen a mi casa: "El Marqués De Bolívar", "El Maestro Del Juicio Final" y "El Judas de Leonardo". ¿Serán esos los mismos que has comprado tú?    



8:25 p. m.

Hola Gustavo,
¿Cómo estás? A lo años... Sí, justo conseguí El Marqués de Bolívar y El Maestro del Juicio Final. A ver si coincidimos a drede en las lecturas...

un abrazo

IVAN    



10:22 a. m.

Dice mi tío que hay otro escritor judío del mismo país, que escribió sobre un hombre que se transformó en cucaracha,¿es cierto eso?.No lo creo.
BRUTÍSIMO.    



2:50 p. m.

Pues yo descubrí a Perutz de casualidad y gracias al Código da Vinci (Manda huevos). Vi su libro, "El Judas de Leonardo", en un escaparate y, literalmente, me llamó: Sí, si, el libro me llamó. Y yo lo compré como desagravio al gran Leonardo. "No puede ser peor que el Código de los cojones" --me dije. Y el genio italiano se merece un recuerdo reciente mejor que esa bazofia.

Y acerté.

Después compré todo lo que pude (cuatro, pues no hay más). Llamé a la editorial El Aleph que lo editó hace años por si quedaba algo en sus almacenes, pero que si quieres arroz, Catalina.

La única solución que se me ocurre para seguir disfrutando de este genial autor es que unas decenas de nosotros nos dediquemos a mandarle coreos a Tusquets reclamándoles más reediciones.

Animaos.
Enrique.    



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