MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

El derecho al pataleo (por twitter)

airado mensaje en Twitter. Fuente: enminuscula

Rechazar una crítica es, para mucho, el error más grave y ridículo que puede cometer un escritor. Sin embargo, en este blog (como es obvio para sus lectores frecuentes) se defiende siempre el derecho al pataleo de los ahorcados. Es decir, creo que todos los criticados tienen derecho a decir lo que opinan de las reseñas a sus libros y rechazarlas con argumentos. ¿O es que los críticos se creen intocables y perfectos, libre de prejuicios? Esa es una de las bondades del blog y ahora del twitter. De esto me entero en el infaltable blog "En Minúscula" de Ezequiel Martínez:

El tema de la crítica literaria es de largo aliento y de ramificaciones insospechadas. Hay quien dice que la crítica tradicional agoniza o está en retirada, y otros acusan que la más genuina transita por los blogs. No sé cuál será el futuro del género, pero en los últimos días registré algunas vibraciones de su presente. Aunque para ser más exacto, lo que leí es un contrataque a una crítica que rodó como bola de nieve gracias a la red social de moda que le dio hospedaje: Twitter. Todo empezó el 28 de junio, cuando el Boston Globe publicó el comentario de la novela The Story Sisters de Alice Hoffman, firmada por una colaboradora free-lance, Roberta Silman. Una reseña más, tan subjetiva como cualquiera, acompañada por un título poco alentador: "Una críptica saga de hermanas, retorcida por un crimen atroz".A la escritora no le gustó nada lo que se comentaba de su libro, y con la sangre todavía hirviendo en las venas se mandó a su página en Twitter (que luego dio de baja) y escribió: "Ahora cualquier idiota puede ser un crítico. Los escritores suelen reseñar escritores. Mi segunda novela fue reseñada por Ann Tyler. Entonces, ¿quién es Roberta Silman? Hoffman se ajustó a los 140 caracteres que le permitía la taquillera red social. Le bastaron para armar un revuelo de proporciones. The New York Times, The Guardian y Los Angeles Times, entre decenas de otros medios y blogs, se hicieron un festín con el asunto. Me pregunto por qué no hay tradición entre los escritores de responder a las reseñas sobre sus obras. Más allá de que Hoffman se fue de boca cuando sangraba por la herida, ¿habría que darle voz a los autores para defender su trabajo frente a los críticos? ¿Deben permitir que sus libros se impongan -o no- por el boca a boca amateur? ¿Son los lectores los que tienen la última palabra? Y en ese caso, ¿dónde ubicamos los millones recorridos por los libros de Paulo Coelho o Dan Brown? ¿Tienen los blogs o las redes sociales la última palabra frente a la crítica especializada?


La noticia incluso rebotó en "The Guardian" donde se lee:
UCL's professor of English, John Mullan, thinks we can "expect more of the same. People complaining on Twitter is a safety valve." But despite the immediacy - and accountability - the internet offers, "a dignified silence is best" following a negative review says philosopher AC Grayling. (He was recently the victim of an outraged online response from novelist Charlotte Greig after he said that the best thing about her debut, A Girl's Guide to Modern European Philosophy, was its title.) Controversial award-winning children's author Melvin Burgess, who saw his novel Doing It described as "vile [and] disgusting" in the Guardian, agrees. "I've managed to resist temptation [to respond] so far," he says. "You'd just come out of it with no dignity and your pants in tatters."

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7:48 a. m.

Si un libro no se defiende sólo (es decir, a través de sus lectores entusiastas), mal lo puede defender el autor. Que un autor defienda su libro ante los embates, frente al lector que aún no ha leido esa novela, es como presenciar una madre que defiende a su nene adolescente frente a otro adolescente. También me da un poco de verguenza ajena, cuando leo que el autor cuelga en su sitio o sita, críticas elogiosas. Lo mejor sería que el escritor no se detuviese ante nada, que produjese lo más posible, y que sólo escuchase a esos "críticos" secretos e implacables en los que confía.    



4:16 p. m.

El comentario de Miguel S. es bastante pertinente y lucido. Solo agrego que la genialidad esta por encima de cualquier critico, asi el escritor tenga poca lectoria, si es un genio y cautiva con su obra, interesara un pepino si es Ricardo Gonzales Vigil, Richard Lacayo o Perico de los Palotes el que reseñe. Tarde o temprano su obra pasara a la posteridad. Si un critico importante reseña positivamente una obra, desde el medio en que este sea, el efecto siempre sera beneficioso para el escritor. Ahora bien, que existan por ahi una inmensa cantidad de John Taylors y Juan Garcias que gracias a las ventajas del Twitter o el Blog, se la den de criticos, pues alla ellos. Esto es curioso, los formatos del internet no me parecen tan "solidos" como los de la prensa escrita.    



10:51 a. m.

Yo estoy más de acuerdo con Miguel S. que con el anónimo. Además, dicho anónimo comete una errata que en cierto modo desmerece su apunte, escribe Gonzales cuando el apellido verdadero del crítico citado es González Vigil (con zeta al final, por si acaso).
A mí, también me da vergüenza ajena lo que señala Miguel y aunque le dé cólera al autor de este blog, él no ha podido evitar colgar en su sitio o sita, críticas elogiosas. E incluso, a dichas críticas elogiosas no les ha apuntado ningún desatino o les ha manifestado algún reparo o discrepancia.    



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