MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Encuesta: N.A. y Asturias

El Boom revisitado: Mario Vargas Llosa con su esposa Patricia, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Emir Rodríguez Monegal y Pablo Neruda, en 1966. FOTO: "Historia de la Literatura Latinoamericana N° 8: Mario Vargas Llosa" Editorial Oveja Negra, 1984.

El resultado de la encuesta de Moleskine Literario arrojó una verdad: a pocos les gustó que se pusiera en entredicho a las novelas del Boom que nos alimentaron de adolescentes. Es decir, muchos quieren que nuestros padres sigan siendo nuestros padres y no se diga más. ¿Por qué? Pues la opción: "ninguno de los anteriores" consiguió el 14% de votos y se llevó el primer lugar. También es interesante ver qué pasó con los otros puestos. Con 13%, la novela Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias quedó en segundo lugar con tan sólo dos votos de diferencia. ¿Se acabaron los tiempos literarios de los dictadores latinoamericanos? Sin duda, en la lista la sensibilidad de Asturias es la más parecida a los escritores anteriores del Boom, es decir a los llamados "regionalistas", y eso puede haber contribuido al asunto. En tercer lugar, con 11%, quedó la novela ícono del Boom, Rayuela, una novela que cambió la vida a muchos lectores de mi generación. ¿Es posible que un libro tan entrañable haya envejecido? Habría que analizar por qué, en todo caso, puede sonar envejecida. No por algunas páginas memorables, desde luego. Quizá el énfasis puesto en los juegos y experimentos en la estructura de Rayuela es lo que se ve como algo del pasado (aunque eso no se entiende si vemos que 62:modelo para armar, más osada en eso, tuvo pocos votantes ¿y pocos lectores?). En todo caso, hay que anotar que Rayuela tuvo por cada voto opositor un voto a favor. Nunca las opiniones estuvieron tan divididas.

Finalmente, quién empezó a galopar en los últimos días y creo que podría haber llegado a un lugar más expectante fue Sobre héroes y tumbas, que quedó en un 10%. Sábato es un tema aparte, sin duda. Es un hecho que el gran idéologo y pensador que representó durante décadas ha dado paso ahora a la imagen de un anciano cascarrabias, principista y apocalíptico en Antes del fin. Pero el agradecimiento que tienen muchos lectores al impacto de sus ideas radicales leídas cuando se es adolescentes es difícil de superar. Al menos lo digo desde mi experiencia: yo no pude votar por él, pese a que más de una vez me tembló el dedo por hacerlo.

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7:31 a. m.

Sé que es una impertinencia hablar de una novela que no he leído, sin embargo, quisiera decir que la razón no fue los capítulos prescindibles o el estilo en que estaba escrita o el cansancio natural que le queda a uno cuando trabaja (porque según recuerdo intenteé leerla durante un verano en la época en que estaba en la universidad); el problema era que sentía que me estaban contando una historia sobre intelectuales desde el punto de vista, no, mejor dicho, mediante un narrador que se juraba un intelectual de primera. Percibí un narcisismo que no me agradó nadita de nada. Por otro lado, no puedo negar que algo de eso capté en La insoportable levedad del ser, pero no sólo los personajes no eran intelectuales ( en el sentido de que el protagonista era un médico, no un artista o un pensador) sino que el narrador los trataba con neutrlidad.

En fin, algún lo intentaré denuevo algún día.    



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