Enrigue entrevistado
A raíz del último libro del B39 Alvaro Enrigue, editado en Anagrama, Vida perpendiculares, que no he leído aún porque uno siempre espera que los pinche cabrones de sus amigos les regalen los libros dedicados, en Argentina le han hecho para Página12 una extensa entrevista. Así responde Alvaro cuando le preguntan sobre sus angustias:
Me angustia muchísimo que ya nadie sabe los nombres de los árboles. Es un conocimiento que está por perderse si no hacemos algo. He hecho un esfuerzo consciente por conocer por nombre a la flora de la ciudad de México. Y obligo a mis pobres hijos a conocerla. Dylan, que tiene dos años, dice: “Mira, un ahuehuete” cuando pasamos junto a uno. Nada en el mundo me honra tanto.
Y cuando le preguntan sobre la literatura mexicana dice
Creo que es una literatura saludable. Me preocupa la extinción a mil por hora del arte de la reseña, que era el gran espacio de conversación libresca. Es un fenómeno universal que se explica un poco con el triunfo de los diseñadores sobre los editores en la guerra por el contenido de los periódicos y un poco por la proliferación de la imbecilidad pública que ha promovido la cultura del blog. Todo va más o menos junto: Internet banalizó la opinión escrita y esto produjo que el peso de los contenidos de un medio impreso se cargara al lado de lo visual. ¡Pum! El fin de la era Gutenberg, que me gustaba. Creo que el fin de la reseña es sólo el principio
Sin embargo, mi frase favorita es sin duda ésta en la que se muestra incrédulo ante las vidas pasadas (pero yo tengo otra versión de un Enrigue más creédulo, y como testigo a Santiago Vaquera) y culmina su escepticismo declarando:
Por supuesto que no. Ni en las vidas pasadas, ni en la salvación del alma, ni en el psicoanálisis, ni en la lucha de clases, ni en Elena Poniatowska, ni en nada.
¡Buenísima respuesta, mi güey! Me he reído mucho.
Etiquetas: alvaro enrigue, anagrama, argentina, b39, mexico, NOTICIA
gran blog, me entusiasmó
5:48 a. m.
Deliciosa entrevista. Como agua fresca. Alvaro es el escritor mas desprejuiciado y libre de su generacion. Y probablemente uno de los pocos que se divierte escribiendo y por ende es capaz de transmitirnos una palabra regocijada, esa especial forma de alegria que nos llega con su prosa.
Bravo, monsieur !
Et merci et encore.
GG
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