La hija de Miterrand
Nunca se terminará de discutir la ética del escritor. ¿Hasta qué punto un autor es libre de inspirarse o tomar la vida ajena para crear una obra de ficción? Los escritores, quizá, lo tienen claro pero la sociedad no y ahí surgen los encontronazos. El último de éstos ha sucedido en Francia con la polémica hija de Miterrand, Mazarine Pingeot, quien ha decidido ser escritora y publicará próximamente la novela Le cimetière des poupées ("El cementerio de muñecas") en la que recrea un caso tristemente recordado en Francia: una mujer francesa desquiciada que, viviendo con su esposo en Seúl, sorprendió a la policía coreana cuando ésta descubrió que la mujer había congelado a dos bebes en la refrigeradora. El espeluznante caso del matrimonio Courjault. La novela, por cierto, está contada en primera persona, a manera de una carta desde la cárcel.
Dice la nota: "Geneviève Courjault escribió al editor para reclamarle que retrasase la publicación y trasladase su súplica a la hija de Mitterrand. Pero ésta no ve por qué debería retrasar la salida hasta mediados de 2008, cuando el juicio debiera acabar. "El de Véronique Courjault no es ni el primer ni el último infanticidio de la historia", declara Mazarine Pingeot. "Las similitudes entre lo que cuento y el caso j udicial son aparentes. Sé demasiado bien lo que supone saquear la vida privada de las personas para exponerla a los ojos de todos como para prestarme a ese juego". El editor mantiene otro punto de vista: "Un escritor tiene derecho a apoderarse de cualquier acontecimiento, y a utilizarlo para profundizar en los misterios del alma humana".
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