Polvo seré mas...
9.25.2007... esto es, al final, lo único que queda de los escritores y sus médulas que han gloriosamente ardido. ¿O no?
Dice la nota: "Los huesos del escritor Francisco de Quevedo, que ya han sido analizados, corresponden a los dos fémures, una clavícula, un húmero y seis vértebras. El fémur derecho fue decisivo para la identificación, ya que estaba visiblemente torsionado como consecuencia de su artrósis, lo que se relacionó con su reconocida cojera. Tres siglos y medio después de su muerte, la cojera de Quevedo le ha delatado."