Fresán comenta su novela
Y así como a veces está de un lado, a Rodrigo Fresán le toca este año también estar del otro. Acaba de publicar con Mondadori la novela El fondo del cielo y en la Revista Ñ lo entrevistan brevemente y califican su novela de "inclasificable" Lo que queda claro es que es la novela de un lector apasionado y voraz. Es decir, lo que ya sabíamos de Fresán. Habrá que leerla, como he leído todo lo anterior suyo. Pero el barco con novedades ya zarpó de España, así que esperaré el siguiente envío.
El autor argentino, de 55 años, que vive en Barcelona desde 1999, ensaya una visión del fin del mundo en El fondo del cielo (Mondadori) una de esas novelas inclasificables que contiene tantos juegos, guiños literarios, trampas, citas y combinatorias que, una vez cerrado el libro, invita a volver a abrirlo para reemprender el viaje por sus páginas, ahora con sus secretos ya sabidos. "Las citas del índice inicial son su guión", dice el autor: Bioy Casares, Nabokov, Proust, Vonnegut, Philip K. Dick, Banville y Cheever. "No es un libro de ciencia ficción, sino un libro con ciencia ficción", repite Fresán. "Y sobre todo, es una historia de amor, una historia de amor con traje espacial, donde lo importante son el pasado y la memoria". "Recordar es encontrar sin dejar de buscar", repite a lo largo del libro un narrador, cuya identidad es una de las sorpresas. Fresán, en su obra más próxima a Bioy Casares (La invención de Morel y El sueño de los héroes), se declara admirador de la nostalgia de Bradbury y de Odisea 2001, de Dick y Ballard, porque recela - él no llevó móvil hasta el embarazo de su mujer-de la dependencia de las máquinas. "El fondo del cielo - dice-es la posibilidad de una historia privada del fin del mundo o la historia universal del amor, contada con sentimientos intensos y emoción"."Hay en la novela - añade-una zona crepuscular donde no existe la perspectiva de ser invadidos por seres superiores, sino donde vemos cómo nos estamos convirtiendo en nuestros propios extraterrestres, nuestros propios aliens". También tiene la novela una poderosa reflexión sobre la memoria y el tiempo, la invención de un nuevo planeta literario, un repaso desde la lejanía de miles y miles de años a acontecimientos históricos (11-S, Kennedy...), mucha poesía y un homenaje a Vonnegut que en una entrevista dijo que todo escritor tenía la obligación, al menos una vez en su carrera, de destruir un mundo. "Yo destruyo dos. Varias veces", dice Fresán.
Ay, el eterno miedo a admitir que es de ciencia ficción... Inclasificable, sí, como no...
Daniel Salvo
5:07 a. m.
fresán creo que tiene 46 años, no 55.
7:34 a. m.
He ahí al más grande autor latinoamericano, sin duda.
12:39 p. m.
Esta entrevista encontré en Chile:
http://www.mer.cl/modulos/catalogo/Paginas/2009/10/25/MERSTLB017OO2510.htm
2:47 p. m.
Por lo menos el más alto
» Publicar un comentario