Andrea Jeftanovic recomienda
La primera vez que vino a Lima Andrea Jeftanovic me trajo de regalo, además de dulces chilenos y una serie de revistas, una novela de Carlos Droguett que a ella le gustaba mucho: Patas de perro. No conocía a Droguett entonces pero la novela me fascinó, me pareció dura, extraña, pero sobre todo fascinante. Luego encontré en mi biblioteca otra novela de Droguett que me habré comprado décadas antes -pero sin conocer aún al autor- sin duda un sábado, saliendo de mis clases de narrativa en el Museo de Arte de Lima. Por esa época compraba compulsivamente en la mesa de remates de las librerías del Centro los remanentes de Joaquín Mortiz que habían llegado a Lima quién sabe cómo (así me hice asiduo de los narradores de La Onda antes de cumplir los 20 años y conseguí, además, la bellísima novela El cuerpo de Giulia-no de J.E. Eilson). No recuerdo el título de esa novela, pero sí que no me gustó nada. Patas de perro, sin embargo, la volví a leer hace poco y me sigue pareciendo estupenda. En el blog de Eterna Cadencia (del que me he hecho fan desde ayer) le preguntan a Andrea Jeftanovic qué lectura puede recomendar. Y ella recomienda tres libros sobre la carne: Marranadas de Marie Darrieussecq, Patas de perro de Carlos Droguett y La carta de Sagawa de Juro Kara. Les dejo lo que dice sobre Droguett:
La novela Patas de Perro del escritor chileno Carlos Droguett es historia de Bobi, mitad niño-mitad perro, quien por su aspecto canino es rechazado por su familia, escuela, sociedad, hasta que un hombre se encarga de su cuidado y descubre en él otra belleza. Ese hombre es el narrador que da a conocer el periplo por la discriminación y la injusticia que todas las instituciones burguesas (familia, educación, medicina, bienestar social) ejercen sobre los individuos diferentes. Como buen niño con aspecto de perro recibirá varios trozos de carne en su miserable vida y es su pelaje animal lo que lo pone en problemas. Bobi es blanco de muchas cosas, entre ellas, la crueldad, la morbosidad, la violencia de la sociedad; su cuerpo ambiguo es la transgresión no deseada, que no se puede mirar ni integrar... Bobi resuelve el estigma y la diferencia empleándose en un circo que no hace más que explotar económicamente su “monstruosidad”. Su “perrunidad” lo engrandece y señala la deshumanización de los demás.
Etiquetas: andrea jeftanovic, blogs, chile, droguett, eterna cadencia, jeftanovic, NOTICIA
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on 9.15.2009 at 1:45 p. m..
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