MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Boris Vian y el cine

Cartel que promociona los tres cortos de Boris Vian. Fuente: rgpfm.com

Este año se cumplen 50 años de la muerte de Boris Vian. Leyendo el ADN.es me entero del problema que ha ocasionado a los productores de cine (y supongo que editores también) el hecho de que Boris Vian no haya dejado descendencia: No se puede adaptar ninguno de sus cuentos al cine ni filmar los guiones que dejó escritos. La cuestión tiene un giro interesante si recordamos que Vian murió, justamente, en un cine, viendo una pésima adaptación de uno de sus libros. La nota recuerda esa anécdocta y la historia del escritor francés con el cine:

"¿Se supone que estos tíos son americanos? ¿Venga ya!". Boris Vian soltó esa frase, se desplomó en su butaca de cine, y murió a causa de un paro cardíaco. Era el 23 de junio de 1959 y asistía, casi de incógnito, a uno de los pases de Escupiré sobre vuestras tumbas, la adaptación cinematográfica de una de sus novelas más populares. Aunque en un principio se implicó en el guión, fueron sonadas sus disputas posteriores con los productores, al considerar que la película no tenía nada que ver con el material original. "Siempre he creído que Boris murió de pena al ver lo que habían hecho con su libro", aseguró en alguna ocasión el cineasta Louis Malle. (...) A Boris Vian le interesaban las posibilidades expresivas y dramáticas del cine. En calidad de actor, y principalmente por diversión, participó en siete películas, casi siempre en pequeños papeles, salvo Las relaciones peligrosas, de Roger Vadim. Delante de las cámaras jugaba a pasárselo bien, pero para Boris Vian el cine era algo más que un mero pasatiempo. Calle de las arrebatadoras reúne sus guiones cinematográficos, principalmente escritos durante los años 50, en los que demuestra un inusitado control del lenguaje cinematográfico. También entregó guiones para cortos, en los que se interpretó a si mismo. En La Joconde, el irreverente corto que obtuvo la Palma de Oro en Cannes en 1958, Boris Vian, ejerciendo de patafísico, trata sin éxito de resolver el eterno enigma que esconde la sonrisa de Mona Lisa. Saint Tropez, devoir de vacances reúne, en menos de media hora, a grandes actores de la época, como Michel Piccoli o Juliette Gréco, que acompañan al novelista y músico francés en su estancia durante un verano de los años 50 en la Riviera francesa.

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4:12 p. m.

Eso de morirse viendo la adaptaciòn de su obra debe ser lo màs raro del mundo, Suerte.    



9:42 a. m.

Boris Vian aparte de ser un auténtico multiuso posee una novela espectacular: La Espuma de los Días. Con ese título no se podía esperar otra cosa

Saludos y felicitaciones por la entrevista en tele    



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