Semana Negra
En unos días se iniciará la Semana Negra en Gijón y "El Cultural" se adelanta con una serie de preguntas a diversos editores sobre el género negro. Son tres preguntas la que les hacen, de la cual destaco la primera: "¿Cómo se explica que un género antaño menor para la crítica, como es el de la Novela Negra, se haya convertido hoy en uno de los de mayor prestigio?" Aquí les dejo algunas respuestas interesantes:
Miguel Ángel Matillanes (Algaida): "Cierta crítica -sería injusto reconocer que algunos críticos ya lo había advertido hace tiempo- ha acabado por descubrir lo evidente: que la novela negra, aparte de ser prácticamente el único genero que en la actualidad permite desarrollar novela social, es el más adecuado para abordar determinadas temáticas: el terrorismo, las corrientes migratorias, la violencia contra la mujer, la corrupción en todas sus formas, la delincuencia organizada, los crímenes de Estado, y en definitiva todo el horror del hombre ante el convulso mundo del siglo XXI. A veces incluso desde unos planteamientos a los que no pueden llegar el ensayo o la divulgación."
Juan Cerezo (Tusquets): "Creo que algunos libros y algunos autores están convenciendo a muchos críticos de que también puede ser alta literatura porque están renovando un género que moviliza, no lo olvidemos, aspectos que la novela en su versión más literaria no siempre ofrece, como el retrato del presente sociológico, la indagación del mal y la infamia como asuntos inagotables, la intriga y la trama como desafío intelectual, y el retrato de personajes y psicologías sintomáticos de las patologías de nuestra sociedad. Con ese cañamazo un gran escritor tiene un vastísimo campo de exploración literaria, y puede incluso incorporar nuevos lenguajes narrativos.El mejor ejemplo que se me ocurre es de Élmer Mendoza, quien con Balas de plata, se alzó por unanimidad con el III Premio Tusquets Editores de Novela."
Emili Rosales (Destino): "La novela de detective o policíaca o negra ha conseguido una mirada sobre la realidad de hoy que otros procedimientos novelísticos ignoran. A ello hay que añadir otros factores: es uno de los géneros que se atrincheró en la narratividad cuando ésta padecía un gran descrédito; sus métodos han sido adoptados por autores que inicialmente no se adscribían al género. Finalmente, su triunfo definitivo (como el de lo que llamamos novela histórica) es que ha diluido su identidad. En realidad, estamos hablando el triunfo del género novelístico a secas, que es capaz de absorber todo lo que tiene a su alrededor. "