El futuro del libro
El VI Congreso de Editores de España, que se está llevando a cabo en Sevilla, empieza con malas noticias: la industria del libro está colapsando por los flancos más débiles como son las distribución y la venta en librerías. ¡Paren las rotativas! Lo dice así El País:
No hubo contraataque de los distribuidores, fuerza oculta del mundo del libro: su facturación es más de la mitad de lo que mueve todo el sector español (1.571 de los 3.014 millones en 2006). Ellos son muy conscientes de su situación: en España hay unas 150 empresas que reparten sobre todo libros, atomización que repercute en todo: más de la mitad factura menos de tres millones de euros y la media de libros por pedido llega sólo a 29. "O nos reconvertimos nosotros o alguien de fuera lo hará", admite Francisco Martínez, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones (FANDE). "La estructura tendría que quedar con un par de distribuidoras potentes por comunidad autónoma y entre tres o cinco que funcionen a nivel estatal", apunta como modelo ideal José Manuel Anta, secretario técnico de FANDE. Para Martínez, uno de los problemas es el gran número de devoluciones: "Es la gran sangría para todos. Oficialmente son del 30%, más del doble de Alemania, pero hay muchos títulos que llegan hasta el 90% de devolución y eso implica costes logísticos brutales".
Tampoco se ven muy entusiasmados por los libros electrónicos ni por las ventas por internet. Parece que se hunde el barco. ¿Será tiempo de empezar a arrojar los lastres? Per ¿qué se considera un lastre editorial actualmente? Mejor no contesten.