Jim Crace reseñado
Muchos años después, ante el pelotón de fusilamiento, recordaré la tarde en "El Virrey" en que Edmundo Paz Soldán sacó de la repisa de arriba de los estantes un librito medio extraviado y me dijo que me lo comprara a pesar del precio. "Es de los tuyos" dijo Edmundo, a quien apenas conocía por entonces, y obviamente intrigado por esa frase decidí seguir su consejo. Se trataba de Y amanece la muerte de Jim Crace y pocas veces alguien acertó en mis gustos de manera tan rotunda. Ahora, en Emecé Argentina han publicado una nueva novela de Crace, titulada Seis y reseñada en Radar Libros; y pese a los reparos de la prensa inglesa, desde ya cruzo los dedos para que Planeta Perú la traiga. ¡Que la traiga!
Dice la reseña: "De le generación premiada y ambiguamente aplaudida de narradores británicos que alguna vez se conoció como Young British Novelists, pero que ahora ya peinan algunas canas y reciben galardones a la obra de una vida –hablamos, por supuesto, de Martin Amis, Julian Barnes, Ian McEwan y compañía–, hay un nombre que ha escapado con verdadera destreza al bronce y las mil y una entrevistas en los suplementos del mundo. Se trata de Jim Crace, que nació en 1946 en Enfield, al norte de Inglaterra, en “la última casa de Londres”, donde todo es campo hasta donde se pueda mirar. Hay, como en toda biografía, un puñado de hechos secretos y otros menos privados que arman el perfil inequívoco de una vida. Uno de esos hechos, en la vida de Crace, fue sin duda los cinco años que pasó en Sudán, una vez graduado de la universidad en Literatura Inglesa. El viaje, dicen, parece haberlo inspirado a escribir una literatura que de algún modo se puede definir como el reverso perfecto de la temática contemporánea. Historias atemporales y cartografías utópicas son algunas de las marcas particulares de una literatura que se consagra en los vértices de un realismo peculiar. The gift of stones es una novela que transcurre en una aldea en la temprana edad de piedra, y Quarantine hace lo suyo en los desiertos de Judea. Su libro más aclamado, sin embargo, es Being dead, de 1999 (hay traducción española: Y Amanece la Muerte, Ediciones B), en donde Crace narra con un detallismo pasmoso y algo claustrofóbico la desintegración de dos cuerpos asesinados en los médanos de una playa. Ahora llega a nuestras costas Seis, la última entrega de Crace. Y, fiel a la lógica impredecible de sus tramas, ahora el inglés narra la historia de un padre, y con él la historia de un amor, y de un país, y de una generación. Sucede que Crace practica el arte de narrarlo prácticamente todo (el contexto, los vericuetos psicológicos, las relaciones emocionales, los hechos puros), y en esa vorágine Seis encuentra sus mejores y sus peores páginas. La historia central es la de Felix Dern, un actor de una ciudad que no se nombra (hay quienes arriesgarían que se trata de Budapest), que ha dejado embarazada a cada mujer con la que se acostó. De este modo, en una propuesta estructural algo esquemática pero también significativa, seis son los capítulos del libro y seis son los hijos que, a su pesar, cargan la existencia de este ambiguo personaje. La prensa inglesa dijo que Seis es “una rara mezcla de oblicuidad y énfasis pesados”, “una brillante y elegante arrogancia, pero, en el fondo, no mucho más que eso”. Ahora, los lectores en castellano podrán decirlo.
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