Ganadoras argentinas
Un perfil parecido el que tienen las ganadoras literarias de concursos organizados este año por dos importantes diarios argentinos: ambas mujeres, ambas poco conocidas, ambas mayores de edad (una de ellas bastante mayor) y ambas poco fashionables (aunque los esfuerzos de Página/12 por hacer de la señora Venturini una diva trashy son admirables). Así son la ganadora del premio de Novela de Clarín, Norma Huidobro, con El lugar perdido, y el de Novela de Página/12, la sorprendente Aurora Venturini con Las primas (que ha merecido ya un divertido artículo de Vila Matas). Ambas tienen hoy un espacio en los medios: En el suplemento Ñ comentan el inicio del book tour de Norma Huidobro y en Página/12 entrevistan a la Venturini.
Dicen sobre Norma Huidobro: "Se trata de una historia "mínima" -según Huidobro- que transcurre en un pequeño pueblo de Jujuy. El relato, basado en el intercambio epistolar de dos amigas, Matilde y Marita -además de la pesquisa implacable del policía Ferroni- toca lateralmente la opresión y el horror de la última dictadura militar."
Dice Venturini: "Tuve una infancia triste, no me llevaba bien con mi familia, salvo con mi abuelo, que era italiano, de Sicilia, con el que salía, y que fue el que me contó cómo eran todas las cosas de la vida. Cuando vino de Italia, trajeron dos hijos: uno era mi papá (que es cierto que se fue de casa, como en la novela) y otro uno de mis tíos, y acá tuvieron otros dos hijos más, que fueron marinos. La abuela un día decidió encerrarse en su habitación, toda vestida de negro, y rezaba todo el tiempo... Tuve una infancia un poco oscura, era bastante extraña (piensa)... Eso sí, fui la mejor alumna en primaria, secundaria y la universidad. Acá las familias no son muy unidas, se reúnen pero siempre una chusmea de una, de la otra. Es lo que dice Borges: no nos une el amor sino el espanto. Y eso es lo que pasa en mi novela (...) Sí, hay cosas verdaderas en la novela, pero saltando sobre el objetivo hago que aparezca la fantasía, pero no hay tanta fantasía porque muchas cosas ocurrieron, porque había infradotados y yo los quería y sentía que tenía que llevar también algo de ellos. Había muchos casamientos entre primos, tan cuestionados, pero no es nada, si no tienen taras. Todos tenemos taras en la sangre; si es leve, no pasa nada, los chicos nacen normales. Pero en mi familia había una tara elevada al cuadrado o más (risas).
Etiquetas: argentina, norma huidobro, PREMIO, venturini
Lo interesante, Iván, son dos cosas en este acontecimiento. Primero, la señora Venturini recuerda, y mucho, en esta entrevista a Clarice Lispector, pero en tono argentino. Segundo, los miembros del jurado o una de dos: o no han leído a Lispector y de ahí el asombro, o bien éste es el único tipo de literatura de mujer que son capaces de tolerar: el de unas viejecitas con recuerdos apasionantes, pero tan desligadas del presente que parecen enloquecidas. En definitiva, visto desde hoy, una literatura "freaky". Me pregunto, pues, como escritora, si estos escritores --Vila-Matas, Pauls, etc- no contribuyen con sus juicios a distorsionar, más, el panorama literario.
Se agradece mucho tu blog.
2:38 p. m.
la venturini tiene una cara del mal susto
juas juas juas
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