Foguel lee el Indice
Jean Francois Foguel estuvo en Lima, ya se sabe, y se dio un tiempo para ir a la librería "El Virrey" y conseguir ahí el Índice de la nueva poesía americana que sacó la editorial Sur, una reedición -reprint especifica Foguel- de aquella antología de poesía latinoamericana vanguardista que apareció en 1926 propiciada por Alberto Hidalgo, Vicente Huidobro y Jorge Luis Borges y que significó una pelea mayúscula y de alcances míticos entre los antologadores, en especial el candelero Alberto Hidalgo.
Foguel ennumera así las conclusiones de la lectura:
1.Se nota que para muchos poetas, el rubendarismo fue un obstáculo mayor en esta época para encontrar una voz. Rubén Darío es a la vez el maestro y el padre que hay que matar.
2.El papel de Francia y sobre todo de París, como fuente de inspiración es obvio. Hidalgo cita a Aragón, pero también a Paul Morand. Vicente Huidobro es un poeta muy marcado por Apollinaire y su manera de jugar con la tipografía. Muchos poetas hablan de un París art nouveau abierto a las rupturas. El chileno Moraga Bustamante entrega un paradigma de esta visión con su poema "Jazz-band":
En los aviones de oro
Del Jazz-band
Llega un París revolucionario
Ravel, Dukas y Debussy y
Cantan
En el tearoom de la decadencia.
3.De manera global, se trata de una poesía que tiene fe en el progreso tecnológico. Uno piensa en las pinturas de Léger, en ciertos poemas de Reverdy. Una manera ingenua de ser moderno es vivir el movimiento en una gran urbe o, mejor, la velocidad en un viaje. De hecho, es el tema mayor de la antología, con títulos muy directos Ferrocarril simplista (Luis de la Jara), Poema de los ascensores (Eduardo Gonzalez Lanusa), Estación (German List Arzubide), Poemas aéreos (Carlos Pellicer), Side-car (Juan Florit), Sensación de velocidad (Alberto Hidalgo).
4.Borges ya es Borges. Su prólogo sobre el idioma en los años veinte es una maravilla. "...El idioma se suelta. Los verbos intransitivos se hacen activos y el adjetivo sienta plaza de nombre. Medran el barbarismo, el neologismo, las palabras arcaicas. (...) nuestro idioma va adinerándose. No es de altos ríos soslayar la impureza, sino aceptarla y convertirla en su envión." Pero como es Borges, celebra en seguida el idioma del siglo XVII. Y, claro, toma el progreso con sumo cuidado, celebrando a Montevideo: "eres el Buenos Aires que tuvimos, el que en los años se alejó quietamente".
Etiquetas: alberto hidalgo, huidobro, indice, jorge luis borges, libreria sur, NOTICIA, peru
lo compró o se lo diste? habla
3:17 p. m.
Lo compró, yo no llegué a conocer a Foguel lamentablemente.
IVAN
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