Un fan de King
[PAGINA12] Para aquellos que quieran conocer de cerca como es una firma de libros de un auténtico best seller, esta crónica sobre uno de esos eventos que tuvo como protagonista al mismísimo Stephen King, apareció hoy en la sección cultural de Página12. King acaba de publicar su nueva novela, Lisey’s Story y se encuentra con su fan en el último piso de la casa estilo Regencia de la Foreign Press Association, en Londres: "El fan ha llegado de lejos para ver al maestro. Viajó cargado con todos sus viejos libros de King, releyendo horrores (¡cuánto miedo acumulado!), en un avión que ha permanecido largo tiempo perdido sobre la niebla de Londres –exceso de tráfico, según dijeron–, abismado sobre la panorámica de nada que ofrecía la ventanilla y espantado ante la imagen del viajero del asiento vecino que, créase o no, transporta con él una enorme caja con aspecto de ataúd."
La descripción que hace de Stephen King es impagable: "Finalmente, en la abarrotada sala entra Stephen King (...) es alto, grande, cargado de espaldas, se mueve de manera algo desvencijada (lo normal cuando a uno le pasó por encima un Dodge Caravan del ’85: lo atropellaron en 1999), como si su definitivamente feo pulóver –hombre, Stephen, con lo que gana: 40 millones al año– fuera una bolsa llena de huesos. Jeans viejos, botas. Su rostro es de una palidez sobrenatural que potencia lo vívido, turbador, de una mirada penetrante que acecha tras unos anteojos culo de botella. El cabello plateado, peinado hacia atrás y hacia arriba, con un desconcertante mechón negro en el tupé, le da un aire a lo Elsa Manchester en La novia de Frankenstein. El fan entiende que el desasosiego que provoca el maestro en directo proviene de que reúne en su persona los tres arquetipos del terror (el propio King dixit en Danza macabra, 2006): el monstruo de Frankenstein (el paso vacilante), el hombre lobo (la mirada, las poderosas mandíbulas, la boca adusta, casi cruel) y el fantasma (la lividez, la transparencia casi). Stephen King tiene algo del hombre de la bolsa, se asombra el fan. De la Cosa del Armario, del Vendedor de Pararrayos, del jefe de pista del Pandemónium de las Sombras. Del estremecedor clown Pennywise, la encarnación del mal en It (“Nadie ama a un payaso a medianoche”). Uno se parece a lo que teme".