MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Periférica latinoamericana


[NOVEDADES] Haciendo honor a su nombre, la editorial española Periférica (en la que participa uno de los escritores más interesantes de España actualmente, Julián Rodríguez) se inició publicando autores que estaban en la periferia de la literatura (autores del XIX como José Fialho de Almeida y su novela La pelirroja, o Jules Vallés y El testamento de un bromista) y ahora aborda otras periferias, como es la literatura latinoamericana (al menos periférica para el mercado español) y se anima con dos autores: el costarricense Rodrigo Soto, de quien publican Gina, y el venezolano Israel Centeno, autor de Iniciaciones.

Da la casualidad que a ambos recuerdo de algunos encuentros literarios. A Rodrigo Soto lo conocí en Costa Rica, en un encuentro al que asistí solo un par de días lamentablemente, pero ya entonces logré pescar en él el buen sentido del humor que reconozco en el tema de su novela, al menos según la contratapa. De ese encuentro, por cierto, tengo una serie de fotografías desordenadas: un atlético baile popular costarrincense que se bailaba con rockola; la promesa de una expedición a ver tortugas a la que no pude asistir; las camisas de Fadanelli, que hubieran sido la envidia de Augusto Ferrando; un conversatorio para la TV donde Rodrigo Rey Rosa no dijo nada y, por eso mismo, lo dijo todo; a Jacinta Escudos, futura blogger; el escándalo de la cuenta telefónica que tuve que pagar por dos días (más de 200 dólares) pese a que no recordaba haber usado más de media hora el maldito aparato; la frágil presencia de Dulce Chacón, quien falleció unos meses después; y a Edmundo Paz Soldán (la verdad, no recuerdo si fue Edmundo, pero en todo caso él siempre va a todos y por eso lo recuerdo igual). A Israel Centeno lo recuerdo (es un decir, recuerdo su nombre pero creo que no crucé palabra con él) de un encuentro en el Barquisimeto Hilton, organizado por otro narrador estupendo, Juan Carlos Méndez, quien decidió cebarnos con un buffet alucinante cada mediodía. Fue una semana escuchando a Ednodio Quinteros -gran escritor, me hubiera gustado saberlo entonces- y a Sergio Pitol a quien desde entonces, y para siempre, consideré mi maestro. ¿En qué año ocurrió? Creo que 1994, pero en todo caso no fue un buen año para mí. Fui el invitado solipcista, a diferencia de Ricardo Sumalavia, el otro peruano que asistió, a quien todos adoraron desde el principio. Eso es lo único que justifica que no recuerde a Israel claramente, aunque sí creo saber que alguien me dijo (o le dijo a Sumalavia y él me lo transmitió a mí) que ése autor iba a dar algún día un buen golpe. Y por la reseña positiva que leo en Babelia de su novela, es probable que lo haya dado.

Por cierto, Periférica tiene un blog donde actualizan las noticias de sus autores. Habrá que estar pendientes.
En la foto, Rodrigo Soto (el de la sonrisa) e Israel Centeno.
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