Un hoax a la checa
The Thi Hong Nhung, la chica que se hizo pasar por Pham Thi Lan en un video clip. Fuente: vietnam.net
La novela White Horse, Gold Dragon escrita por una joven vietnamita de 19 años radicada en República Checa, Pham Thi Lan, donde cuenta la tragedia del exilio, ganó un prestigioso premio en República Checa, fue el orgullo de los vietnamitas emigrados y conmovió tanto a los checos que se convirtió en un rápido bestseller. Pero los periodistos no se tragaron la broma y buscaron a la misteriosa e inubicable (salvo en videos) Pham Thi Lan. Al final, todo fue un hoax, una broma, una burla o una estafa, mejor, del escritor checo Jan Cempirek. Así lo cuenta la web Periodistas en Español:
El oscuro escritor Jan Cempirek, de 40 años y natural de Bohemia del Sur, que tiene dos novelas publicadas desdeñadas por la crítica, termina en marzo de 2008 la novela Caballo blanco, dragón amarillo, escrita en primera persona por una joven vietnamita salida de una familia de las muchas que, en los años 80 del siglo pasado, emigraron a una Checoslovaquia que buscaba mano de obra barata. La firma con un nombre inventado y empieza a buscar editor. Como no lo consigue, en diciembre decide enviarla al premio anual del Club del Libro, perteneciente al grupo Bertelsmann, con la firma de Lan Pham Thi (un nombre elegido al azar en Internet) y en marzo de 2009 le comunican que es la ganadora, a pesar de que ni alcanzaba las 150 páginas que figuran en las bases del concurso. A partir de ese momento Cempirek monta una rocambolesca historia con la supuesta autora como protagonista, sin descuidar los detalle: él se convierte en “el mensajero” de la chica que es hija del propietario de una restaurante vietnamita de la localidad de Budejovice (restaurante que realmente existió y cerró sus puertas en 2008), ha crecido allí y ahora estudia ciencias del medio ambiente en la universidad de Kuala Lumpur, en Malasia. Crea un correo electrónico y abre un blog desde los que Lan Pham Thi contesta a las preguntas de periodistas y lectores. Como el premio incluye también un contrato para la publicación del libro la editorial envía supuestamente el contrato a la capital malasia, por correo, aunque no llega más lejos de Budejovice. Lo reenvía, firmado, desde Kuala Lumpur, un amigo de Cempirek que se encuentra allí de vacaciones. El Club del Libro tiene organizada la ceremonia de entrega del premio para septiembre y anuncia que el acto contará con la presencia de la autora. A última hora tiene que conformarse con exhibir un vídeo en el que un plano medio de Lan Pham Thi (la novia vietnamita de otro amigo del escritor, residente en Australia) se excusa por no poder acudir (los exámenes) y da las gracias al jurado (escritores y personalidades varias). Jan Cempirek ingresa en su cuenta bancaria el cheque de 50.000 coronas checas (2.000 euros), aunque se queda solo con las 10.000 necesarias para pagar los impuestos correspondientes al premio y envía el resto a la Asociación Vietnamita para la Literatura y el Arte, que lo ha destinado a la elaboración de un diccionario checo-vietnamita. “Recibimos 40.000 coronas de un donante desconocido”, ha confirmado el presidente, Nguyen Quyek Tien. Hace un mes Cempirek, que ya se sentía demasiado acorralado, confesó la trama a un realizador de televisión quien, al saberlo, se negó a secundar su idea de hacer un documental sobre el asunto diciéndole que todo parecía una mala broma de estudiantes. La editorial está furiosa pero el libro ha sido el best-seller del otoño. El Club del Libro ha ofrecido a Cempirek un contrato, ahora sí con su nombre. El se desahoga: “Es un libro muy banal, nada importante, una visión esquemática, en blanco y negro, del mundo. Reúne todos los lugares comunes de lo que los checos piensan de los emigrantes vietnamitas: que solo viven para el trabajo, que no hacen nada por “integrarse”, que no consiguen ni siquiera aprender nuestra lengua…Todo ello aderezado con unas cuantas palabras vietnamitas, algunos tacos y una leyenda auténtica sobre un dragón. El mosaico que aparece en la foto de la portada está en el suelo del restaurante que me inspiró la historia. Solo quería probar el esnobismo de la clase literaria checa ante un relato tan “exótico” como el de la penosa vida de una niña emigrante vietnamita”. Y parece que lo ha conseguido. Suerte que no estamos en la Checoslovaquia de los años 50 y Cempirek no es el Ludvik de la novela de Kundera, al que una broma le costó más de media vida fracasada.
Muy bien, un hoax simplemente. Pero ¿se acuerdan de JT Leroy? ¿Se acuerdan cómo se deprimió todo el mundo con la broma-estafa? Sin embargo, a Cempirek le ha ido mejor entre los checos estafados que a JT con sus estafados norteamericanos. Dice una nota en Vietnam.net:
Hong Nhung told Denik that in her opinion, this book cannot be written by a young girl and that after this truth was unveiled, she was teased by her schoolmates. However, she said she doesn’t hate Cempirek because this writer has helped Czech people to understand more about the community of Vietnamese. (...) Bui Thuy Linh, 37, a businesswoman in Kladno, said: “I read an article introducing this novel on an online Vietnamese newspaper here. If the author is a Vietnamese, it is of course a matter of pride for the community of Vietnamese here. But if the author is a native Czech, I still love him because he dared to reflect the society and partly defend Vietnamese people. I regret that I can’t read the book in the Czech language to understand the story thoroughly. But I bought the book for my kids and my Czech staffs”. Another Vietnamese businessman named Chu Tien Thanh told iDnes newspaper that he read the book twice and likes it very much. He doesn’t care who is the author of that book. He said he saw part of himself in the book. Also to iDnes, Marcel Winter, Chairman of the Vietnam-Czech Friendship Association, said: “It was a mistake for the author to hide himself behinds a Vietnamese name but it is helpful for the Vietnamese community… I thank Jan Cempirek for his alias of Pham Thi Lan and the winning book ‘White Horse, Yellow Dragon,” though I regret his lie to the organizing board.” “Many Czech people have sympathized with the pains of Vietnamese. According to the law here, they have the duties to pay tax and insurance… but they don’t have any benefits. They are always the targets for envy and discrimination. They work hard and their children have good achievements at school. The book is helps Czech society to get nearer to the Vietnamese community,” Winter said. Dinh Quoc Hoi, who is living in Prague, wrote: “This book is very famous in the Czech Republic. It has told the Czechs about the pains Vietnamese feel when they suffer discrimination. In the last two weeks, two clothing shops owned by Vietnamese in Ostrave were burnt by extremists”.
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