Santiago Gamboa, premio La Otra Orilla
Como saben, este año la editorial Norma dio el salto y elevó a 100,000 dólares el monto asignado para el premio de Novela La Otra Orilla. Ayer jueves se dio a conocer al ganador de este salto mortal. Y se trata ni más ni menos que de un conocido escritor colombiano de última hornada: Santiago Gamboa con su novela Necrópolis. A pesar de que la editorial es colombiana, esta es la primera vez que un autor de ese país gana el premio. Gamboa, exiliado durante décadas en París y amigo y admirador de Julio Ramón Ribeyro, actualmente vive en Nueva Delhi en misión diplomática pero hoy se encuentra en Bogotá para recibir el premio. Lo entrevistan en "El Espectador":
¿Cómo es la experiencia de ganar este premio?
Es una vivencia totalmente desconocida para mí, pues es la primera vez en toda mi vida literaria que recibo uno; al principio mandaba cuentos a concursos hasta que desistí por cansancio. Pero sentí que podría pasar porque El síndrome de Ulises fue finalista en el Premio Medicis en Francia a Mejor Libro Traducido; finalista en Portugal y en el Rómulo Gallegos cuando ganó Elena Poniatowska. Cuando mi agente literario, que es como un consejero espiritual, propuso que lo mandáramos a un premio importante, me alegré. Para mí los premios son reconocimientos de colegas a un colega, financiado por las editoriales, así lo miro. En este caso es una gran emoción que lo hayan hecho Jorge Volpi, Roberto Ampuero y Pere Sureda, encargado en la editorial en España, un gran intelectual que conozco hace años. Con editorial Norma publiqué por primera vez y además me emociona encontrar aquí a Gabriel Iriarte, gran soporte de los escritores de mi generación.
Además de vender más libros, ¿qué representa ser un autor premiado?
Un premio es una forma de llamar la atención sobre un libro pues se propone al público de una manera distinta. Con un reclamo especial que dice: “Este libro es leído y aceptado por un grupo de escritores”. Pero eso no es garantía de éxito. Ya después vendrá la relación con los lectores que cada escritor cultiva.
Volviendo a su generación, ¿hay elementos comunes entre ustedes, por ejemplo Mario Mendoza, Héctor Abad, Enrique Serrano?
Literariamente no, todos escribimos completamente diferente. No creo que exista un escritor en América Latina parecido a otro. De hecho, los mexicanos de la generación del Crack (con su Manifiesto), y quienes aparecimos en la antología de McOndo (que salieron publicados ambos en 1996 y es mi generación), tenemos más diferencias que cosas parecidas y nos unía el deseo de no tener cosas en común. Al final, la literatura es como un archipiélago, cada escritor es una isla aunque esté cerca de las otras. Sin embargo, cada vez que uno escribe es como cuando apuesta en una mesa de póquer: cada quien está atento a lo que hace el otro, no sólo en el país sino en el idioma. Como el caso de Roberto Bolaño, esa era la mesa donde se apostaba más duro, todos queríamos estar ahí.
En la página de Norma pueden ver la carátula y la contratapa del libro.
Etiquetas: colombia, gamboa, norma, PREMIO, santiago gamboa
El peor escritor de Colombia. Vaya premio.
11:59 a. m.
Otro anónimo despistado. Santiago Gamboa es autor de varias novelas notables, entre las cuales yo destacaría la novela policial "Perder es cuestión de método". Escritores colombianos malos hay varios, pero Gamboa no es uno de ellos.
3:23 p. m.
La literaratura está de luto y la editoriales han sido sus verdugos... Y todo por el vil dinero... ¡Inquisidores de las letras! ¡Bastardos materialistas!
Diego Fortunato
Periodista y escritor
3:24 p. m.
a) Gamboa no es malo, mucho menos el peor...
b) Marco Schwartz, que ganó la primera edición del premio, es colombiano, o sea que Gamboa no es el primero!
4:58 p. m.
Gamboa es un gran escritor. Citar los premios no es garantía de ello pero ayuda:
"Su novela El síndrome de Ulises, finalista del premio Rómulo Gallegos 2007, cuya versión francesa, en 2007, fue finalista del premio Medicis a la mejor novela extranjera en Francia y su edición portuguesa finalista del premio Casino de Povoa en 2008."
Thays sabe lo importante que es ser finalista del Gallegos, y ni hablar del Medicis, sabe cuántas novelas se publican en Francia. Yo creo que de la nueva camada colombiana, es sin lugar a dudas, el mejor, y se lo tiene muy merecido.
Jaime
8:14 a. m.
Deseo corregir que no es el primer colombiano en ganar este premio, la primera versión la ganó Marco Schwartz,con su novela El salmo de Kaplan.
2:51 p. m.
Yo he leído a Santiago Gamboa (Perder es cuestión de mètodo) y puedo certificar, sin mala voluntad y sin envidia, que es un mal escritor (debería decir escribidor: su trama es predecible, sus personajes esquemáticos, su lenguaje ordinario, su estilo poco original demasiado dependiente o deudor de Vargas Llosa. O sea, es casi pésimo. Esto demuestra que el concurso La otra orilla es una estafa y un insulto a los lectores exigentes. Insto a un boicot contra esta editorial norma y ese concurso infame que premia a autores de casa...
2:53 p. m.
Yo no he insultado a nadie y no me dejan publicar mi comentario, solo admiten, a partir de ahora, al parecer elogios
10:12 a. m.
Un premio que llena de ignominia al jurado (pues premia a un ex integrante del jurado del concurso anterior, eso se presta a suspicacias), pone en el tapete la credibilidad de los concursos y se burla de la buena fe de los escritores jóvenes e inéditos, ¡una verguenza!
3:22 p. m.
Sus mejores novelas en mi opinión son estas tres: "Paginas de vuelta", "Perder es cuestión de método" que son sosas, a pesar del ritmo narrativo."El síndrome de Ulises" es un intento más serio de expresarse, de mostrar la vida. Gamboa, pese a su habilidad para contar, me parece un escritor sin trasfondo. Sus obras carecen de conflictos fuertes. Por cierto, Iriarte, su antiguo editor de Planeta en Bogotá, se lo llevó a Norma desde antes de fallar el concurso. Ese premio no es tan serio, esos dólares no los feriaron, son un anticipo para una ligera, pero larga apuesta editorial.
4:50 p. m.
de garcia marquez a santiago gamboa, de los beatles al perreo, que involución¡
12:05 p. m.
Me leí Necrópolis. Muy buena novela, con el tinte negro de las novelas de Gamboa. Aunque a veces en la lectura pensé en Los Detectives Salvajes.
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