MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Marcas

Nancy Huston. Fuente: remasterices

Marcas de nacimiento de la canadiense Nancy Huston es una novela contada en sentido inverso, desde el presente hacia el pasado, buscando aquellas "marcas" que explican el comienzo de la novela. Un trámite difícil, pero al parecer la canadiense -uno de los nombres que más suenan en los últimos años- lo ha conseguido con enorme éxito. La novela llega a España gracias a Salamandra. En el ADN Cultura le hacen una reseña:

El título se refiere a ciertas marcas físicas que los personajes tienen en el cuerpo, y metafóricamente, a las marcas profundas que la vida produce y que, de algún modo, afectan a la descendencia por varias generaciones. En este caso, se trata de un hecho terrible que le sucedió a Kristina, cuyo efecto se propagó a su hija Sadie, al nieto Randall y al bisnieto Sol. Justamente, cada uno de ellos narra una parte de la novela: Sol, el año 2004; Randall, el 1982; Sadie, el 1962 y Kristina, el bienio 1944-1945; con la particularidad de que lo hacen desde sus seis años de edad. (...) Marcas de nacimiento es, por lo tanto, una novela familiar, pero una novela de la identidad. Los personajes no saben quiénes son o creen ser lo que no son. El tema de la identidad se repite en las investigaciones de Sadie sobre las "fuentes de vida", verdaderas "granjas de cría" donde los nazis alemanizaban chicos de características arias raptados para compensar las pérdidas alemanas en la guerra. Según nota de la autora, más de 200.000 niños fueron raptados en Polonia, Ucrania y los países bálticos entre 1940 y 1945. Huston cuenta crudamente este infierno, pero no cae nunca en el maniqueísmo. Los nazis, en su novela, son simultáneamente capaces del horror y la ternura, lo que hace pensar en la verdadera naturaleza de lo humano. En lo técnico, uno de los mayores méritos de esta obra radica en su construcción: las cuatro historias, por fuerza incompletas, se superponen, se corrigen, se explican unas a otras y van develando oportunamente los secretos resortes que orientan las vidas de los personajes. Lo más discutible y audaz es la elección del punto de vista. Los chicos de seis años no tienen el sistema de pensamiento ni el lenguaje que permita contar la historia como está contada. Huston lo resuelve introduciendo una convención que el lector deberá aceptar: son chicos de seis años que piensan y hablan como si tuvieran veinticinco. Evidentemente, esta convención da por tierra con la extendida idea de que la verosimilitud exige concordancia entre el habla escrita y el habla "real" de los personajes. Por último, hay que decir que, a pesar de su complejidad formal, se trata de un libro de fácil lectura que no pide ser comprendido entre líneas ni exige malabarismos interpretativos.

Etiquetas: , , , ,

« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »

» Publicar un comentario