Fresán titula
Alejandro Zambra solía enviarme la revista Dossier, que edita la Universidad Diego Portales, a mi dirección postal. Pero ahora me ha enviado un enlace. Es decir, Dossier está en la red. Han colgado ahí algunos artículos nuevos y otros de ediciones anteriores. Este artículo de Rodrigo Fresán sobre los títulos de los libros es uno de los mejores que leí en la revista. Lo recomiendo mucho. Al final, ennumera una lista de títulos que le parecen formidables. La lista sí la discuto, aunque son más las coincidencias que las diferencias:
El título es la identidad, el nombre propio. Y no me parece casual que varias de las más grandes novelas en la historia de la literatura enarbolen en sus portadas títulos –complejamente sencillos, originalmente obvios– como Don Quijote de La Mancha, David Copperfield, Emma, Tristram Shandy, Kim, Herzog, Daniel Deronda, Drácula, Franny y Zooey, Martin Eden, Madame Bovary, Moby-Dick, Pedro Páramo, Ulises, El gran Gatsby, Lord Jim, Miss Lonelyhearts, Frankenstein, Lolita y siguen las firmas. Oír sus nombres y está todo dicho y esto implica un doble desafío: porque sea cual sea el título de una novela, el nombre de los personajes es otro título a menudo mucho más difícil de decidir y de ahí que el alemán Heinrich Böll afirmara que “no puedo escribirlos si no sé cómo se llaman. El nombre de una persona es algo sacrosanto para mí. He arruinado muchas cosas calculadas hasta el último detalle por no poder encontrarles el nombre justo”. (...) Aunque también son grandes títulos –por más que no enarbolen los nombres de sus héroes y villanos– La educación sentimental, El juguete rabioso, El corazón de las tinieblas, Las vírgenes suicidas, Matadero-5, El sueño de los héroes, Los detectives salvajes, El hombre en el castillo, Bajo el volcán, La montaña mágica, La exhibición de atrocidades, El mar, Hijo de Jesús, El resplandor, Una casa para siempre, El paciente inglés, Rojo y negro, La isla del tesoro, La vida instrucciones de uso, El corazón es un cazador solitario, Crónica de una muerte anunciada, El proceso, Historia universal de la infamia, Fahrenheit 451, Los siete pilares de la sabiduría y En busca del tiempo perdido (que nunca me convenció del todo pero que no podría llamarse de otra manera salvo que adoptara el magnífico El tiempo recobrado de su último volumen para todos los anteriores). Y también me gustan mucho las novelas con nombres de lugares: Bullet Park, London Fields, New Grub Street, Metroland, Middlemarch, La Costa Mosquito, Cumbres borrascosas y, sí, yo caí felizmente en esta tentación con Jardines de Kensington.
Siempre es bueno leer algo nuevo de Fresán. No sé si Iván sabrá más de su próximo libro "El fondo del cielo". Yo me aventuré a escribir sobre el mismo sin haberlo leído.
http://viajesdeescritorio.blogspot.com/
Saludos
» Publicar un comentario