Murió Alejandro Rossi
Cuando viajé a Venezuela por primera vez, de todos los libros que compré el que más me entusiasmó fue Manual del distraído de Alejandro Rossi. Luego, una amiga mía diría que el único autor venezolano que me podía recomendar era Rossi. Era el año 93 y pocas personas conocían a Rossi y saber de alguien que lo había leído la llenó a ella de inmensa alegría. Pero ¿era venezolano Rossi? Nació en Italia pero México y Venezuela se lo disputan, según supe. Su reconocimiento posterior vendría de la mano de Anagrama que rescató el mencionado Manual del distraído y además le editó La Fábula de las regiones y El cielo de sotero. La publicación de sus memorias Eden, vida imaginada (FCE) en México tuvo excelente crítica. El viernes por la noche falleció a los 77 años el distraído. Dice la nota:
Alguna vez, Alejandro Rossi Guerrero manifestó su lejanía de la idea de patria como un ente legal o jurídico: italiano de nacimiento, de madre venezolana, confesó que al elegir México para vivir no sólo se había decidido por una geografía, sino por una lengua, por la lengua en la que habría de escribir. Así ancló en México en 1951 y obtuvo la nacionalidad mexicana en 1994; se graduó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de la que se convirtió en profesor, amén de investigador en el Instituto de Investigaciones Filosóficas, publicó libros de filosofía y narrativa, pero en especial, generó amigos a lo largo de los más de 50 años de estancia en este país. El viernes por la noche, a los 77 años, Alejandro Rossi dejó de existir. Hoy, en el Palacio de Bellas Artes, recibirá un homenaje de cuerpo presente, de 12:00 a 13:00 horas. (...) Juan Villoro pudo conocer a Rossi desde su infancia, porque era muy amigo de su padre, aunque más allá de la amistad está su lectura de una obra que, pese a ser breve, dejó títulos memorables por su rigor intelectual, como Lenguaje y significado, Manual del distraído, La fábula de las regiones o El cielo de Sotero. “Alejandro Rossi fue decisivo en mi formación y en la de mucha gente de mi edad”, recalca Villoro: “era un conversador admirable, de una ironía imbatible, que buscaba siempre la frase perfecta. Una plática con él se alargaba como un simposio socrático. Esta generosidad para entregarse en la conversación tal vez impidió que fuera un autor más prolífico. El mundo se achica con su ausencia. Nos va a hacer mucha falta.”
A propósito de lo que dice Juan Villoro en la nota, en Letras Libres apareció un texto suyo del año 1999 en el que rinde homenaje al gran escritor.
Etiquetas: anagrama, mexico, NECROLOGIA, NOTICIA, rossi, venezuela
Hola, no conocía a Rossi, pero me pareció simpática la errata que se desliza en tu comentario: pusiste (en la segunda ocasión que lo nombrás)Manuel del distraído (en vez de Manual): me pareció muy atinada la distracción en una mención sobre ese libro.
Saludos, es fantástico el blog.
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