Alumna y maestra
Rodrigo Fresán decide bajarse dos pájaros de un tiro en su reseña del fin de semana en ABCD las letras, en la que comenta los libros de relatos traducidos recién por Seix Barral: Cuentos completos de Amy Hempel (Chicago, 1951) y Nadie es más de aquí que tú de Miranda July (Vermont, 1974). Sin embargo, antes de compararlos debemos resaltar la conclusión: "uno de ellos lleva en la portada el nombre de una alumna más que aventajada mientras que el otro ofrece la fotografía de una maestra insuperable". Porque la de Hempel -calificada muchas veces como la actual "Reina del minimalismo"- es una obra consagrada mientras que la de July es un auspicioso debut. Dice Rodrigo Fresán:
(...) uno piensa que estas dos podrían ser grandes amigas o, mejor, la hija temprana de una madre precoz. Dicho esto, Nadie es más de aquí que tú, de July, es un excelente debut mientras que Cuentos completos, de Hempel, reúne toda su obra hasta la fecha, por lo que sería injusto establecer comparaciones. Pero sí se pueden apuntar ciertas diferencias más allá de que Cuentos completos y Nadie es más de aquí que tú no sean libros con relatos sino, por fortuna, libros de relatos. Y puedan leerse como organismos a los que potencian la suma de sus partes y acaben configurando un todo armónico y casi novelesco al que no le sobra ninguna de sus piezas. A Hempel a menudo se la considera minimalista. Pero fue el crítico Robert Towers quien propuso una etiqueta alternativa que sólo sirve para ella: Amy Hempel es una «precisionista». Y el término me parece más que apropiado. Y, además, permite la sutil variante fonética de «preciosista» cuando se traslada su efecto a la sutil variación sobre el aria de Hempel que ejecuta Miranda July. Preciosista de precioso en el sentido que a veces tiene esa palabra en inglés -precious- para señalar cierta afectación inicialmente no condenable pero sí finalmente decisiva.
Maestra y alumna. De este modo, aunque habiten un mismo territorio, hay una diferencia clara entre Hempel y July que no pasa exclusivamente por la experiencia y veteranía sino por esa fina pero insalvable línea que separa al ingenio del genio. Así, digámoslo, July -acaso un tanto contaminada por el lenguaje de otras actividades como el cine y la música y sus «actuaciones» en internet -es, como alguna vez lo fueron las aforistas Norah Ephron y Fran Lebowitz, ingeniosa. Hempel -para la que, se nota, todo empieza y termina en la palabra escrita- es, sí, genial.
De ahí que lo recomendable sea comenzar por Nadie es más de aquí que tú y ser seducidos y tal vez, con el tiempo, abandonados por los encantos de relatos como «El patio común», «Algo que no necesita nada» y «El equipo de natación». Y después enamorarse y casarse hasta que la muerte nos separe de Hempel y de relatos como «En el cementerio donde está enterrado Al Jolson», «La parte más femenina de ti», «Ofertorio» y esa obra maestra que es «La cosecha». Y por las dudas: lo que hacen Hempel & July no es literatura feminista sino literatura escrita por mujeres. Como la de Ann Beattie o Alice Munro o Deborah Eisenberg o Mavis Gallant o Joan Didion o Lorrie Moore.
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Soy gran fan de Miranda July, leí su obra hace un par de años y definitivamente tiene ese algo. Sin embargo, no sé como se sentirá su lectura en español, ya que es muy dueña de su vocabulario.
Excelente blog.
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