Susan Sontag, compromiso, novela
Coincidiendo con la pregunta que comenté ayer de Terry Eagleton sobre la responsabilidad social del escritor, la escritora y crítica literaria Susan Sontag –fallecida hace unos años- reflexiona sobre el compromiso literario y el razonamiento moral a partir de la imagen de la sudafricana Nadine Gordimer. Lo realmente interesante del artículo es como se sirve de estas ideas iniciales para elaborar una reflexión sobre el arte literario, su técnica y su filosofía, conceptos de tiempo y espacio en la novela, y el cuestionamiento a la llamada “hipernovela” que vendría a reemplazar a la novela tradicional El texto es una de sus últimas ponencias, ofrecida en Ciudad del Cabo el año de su muerte, y aparecerá en el libro de ensayos Al mismo tiempo que editará Mondadori.Lo publica como anticipo la revista “Confabulario” de México.
"Me honra excepcionalmente rendir homenaje a lo que la obra de Nadine Gordimer ha significado para mí, para todos, por la lucidez y pasión y elocuencia y fidelidad a la idea de la responsabilidad del escritor ante la literatura y la sociedad. Con literatura quiero decir literatura en sentido normativo, el sentido en que encarna y salvaguarda pautas exigentes. Por sociedad quiero decir asimismo sociedad en sentido normativo; lo cual indica que un gran narrador, al escribir con veracidad sobre la sociedad en que él o ella vive, no puede sino evocar (aunque sólo sea por su ausencia) los principios superiores de justicia y veracidad en favor de los cuales tenemos el derecho (algunos dirían que el deber) de militar en las forzosamente imperfectas sociedades en que vivimos. Tengo, evidentemente, al escritor de novelas, relatos y obras de teatro por un agente moral. En efecto, este concepto del escritor es uno de los muchos vínculos entre la idea de la literatura de Nadine Gordimer y la mía. Desde mi punto de vista, y me parece que desde el suyo, un narrador que se adhiere a la literatura es, por necesidad, alguien que reflexiona sobre problemas morales: sobre lo justo y lo injusto, lo mejor y lo peor, lo repugnante y admirable, lo lamentable y lo que inspira alegría y beneplácito. Ello no implica moralización en sentido directo o rudimentario alguno. Los narradores serios reflexionan sobre los problemas morales de un modo práctico. Relatan historias. Narran. Evocan una común humanidad con la que podemos identificarnos, si bien las vidas pueden ser distantes de la propia. Estimulan nuestra imaginación. Las historias que cuentan amplían y complican —y por ende, mejoran— nuestras simpatías. Educan nuestra facultad de juicio moral."
Etiquetas: ee uu, méxico, nadine gordimer, NOTICIA, sudáfrica, susan sontag
¿Esta cita es de Sontag o es una idea tuya? Lo digo porque en las citas de Lemus y ¿Foguel, Villoro? pones comillas.
4:30 p. m.
Ya le puse las comillas
s.
IVAN
» Publicar un comentario