Las benditas contracarátulas
¡Quien esté libre de pecado que lance el primer adjetivo superlativo! Alguna vez realicé el oficio de redactor de contracarátulas y estoy seguro de que nunca me he divertido tanto. Me fascinaba tratar de decir algo en tan pocos caracteres. En ese oficio existe un ilustre predecesor, que es ni más ni menos que el erudito Roberto Calasso, quien para la editorial Adelphi escribió cientos de contratapas, algunas de las cuales han sido reunidas para el libro Cien cartas a un desconocido, editado en castellano por Anagrama. Pero en fin, quienes hemos leído ese libro podemos decir que hay contracarátulas y ay, contracarátulas. Aquellas que cuelgan elogios indiscriminados, todos fácilmente intercambiables, por ejemplo. O aquellas que terminan prometiendo que un escritor es "uno de los más importantes de su generación". O los que hablan de un "lenguaje poético" o usan todas las varianes de espléndido, extraordinario, luminoso, estupendo, magnífico, genial, maravilloso, etc. (Repito, quien esté libre de pecado... Se hace lo que se puede)
En el blog de libros de The Guardian CA Barron comenta el tema en su post "Why can't we ditch the adjectives on book covers?" en el que termina diciendo algo que podría ser bastante obvio, pero difícil de llevar a la práctica: ¿no podría algún editor lanzarse a la vangurdia de la escritura de contratapas y dejar al lector con la sorpresa de lo que encontrará? No creo.
Dice la nota: "I am reminded of this kind of hyperbole every time I look at new book jackets, particularly for fiction and literary essays. For aspiring connoisseurs of literary elegance as for magpies, it would seem that all things excellent must shine. "Luminous" has for some time been the most overworked short cut to saying that a book is to literature what "new and improved" is to deodorants. "With wit and elegance," "an unerring eye," "unputdownable," "dazzling" or "sweeping" vision - and don't let me forget "unique" and "incisive" - are other hack constructions and would-be performance-enhancers in the book world (...) So, a brief and chiefly factual description of contents coupled with a few professional reviewers' scores - in small print - is what I'd like to see on book covers. To have 2005's 206,000 books published in the UK, and 172,000 in the US, all shrieking superlatives at us seems counter-productive. Let us first savour and judge books - like films and wine - with our own brains, hearts and palates. I'll go further: is there a publisher brave enough to experiment with under- rather than over-promising in jacket copy? Who understands that the most sumptuous treat is twice as good when it's a surprise? "
Etiquetas: blogs, contracarátulas, inglaterra, NOTICIA
En un curso que dicto en una universidad bogotana para editores en formación hay un primer mandamiento cuando comenzamos el módulo de contracarátulas: menos (adjetivos) es más (información valiosa para el lector), y está prohibida la frase "en esta novela el protagonista es el lenguaje". Ah, y el libro de Calasso, inmenso. Siempre quise hacer ese libro; bueno, no sólo de un autor, mi idea era recopilar solapas (o contracátulas) brillantes. Me sigue dando vueltas en la cabeza...
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