Con Moleskine en la FIL
1.- Primero lo primero: aposté con un muchacho de Estruendomudo que la actriz que aparecía en la carátula de la novela de Grecia Cáceres, La vida violeta, no era Ana Karina sino la pequeña chiquilla norteamericana que hizo pareja con Belmondo en A bout de souffle (traducida como Sin Aliento), cuyo nombre no recordaba en ese momento pero -como le consta a los testigos- me sonaba a Emmanuel, Jane, Jean o Anne Serberg. No era Serberg sino Seberg, Jean Seberg, con una sóla "r". Como sea, gané la apuesta y espero mi poster de 1.5 x 1.5 de la Seberg.
2.- Una versión distinta sobre la ausencia de Fernando Vallejo en el Perú: al parecer, el pasaje en bussines era de canje y Vallejo no tuvo que esperar media hora sino casi tres horas, sin que se le dijera si realmente iba a poder abordar el avión. Ante tanta incertidumbre, el ex colombiano prefirió abandonar el barco. Si las cosas son así, la verdad es que le faltó tino a la Cámara Peruana del Libro. ¿Cómo van a sacar un pasaje de canje para un escritor como Fernando Vallejo? Los pasajes de canje sólo sirven para los escritores caseritos que aguantan todo, los familiares de las azafatas o para los administrativos de la Cámara. La culpa no es de Vallejo, aunque hubiéramos querido que se espere un tantito más. Honestamente, con ese tipo de pasajes se corren el riesgo siempre de que los invitados menos pacientes se vuelvan a su casa si en el counter le dicen: "espera a un ladito, a ver si hay cupo para ti"
3.- Catatónico quedó Edmundo Paz Soldán el día de su presentación cuando una mujer, en lamentable estado de ebriedad como dirían los cronistas, insistía a gritos que Edmundo le conteste por qué no escribía sobre los niños con hambre, los niños sin ojos y sin brazos, los muertos en Irak y los alumnos de literatura de San Marcos (¿?). "¡Conteste! ¡No sea cobarde como los escritores peruanos!" gritaba. La organización de la FIL no supo cómo superar el trance y la mujer, desatada, llegó a maltratar físicamente incluso a la gente de Santillana. La policía fue muy condescendiente.
4.- ¿Qué es lo que más le impactó a Liniers de la FIL Lima? En primer lugar, la fanaticada que tiene entre los lectores que lo conocen y hasta tienen polos con sus caricaturas. No se lo esperaba, dijo. Y en segundo lugar: un pollo gigante intentando (al parecer sin éxito) ingresar al baño para orinar.
5.- El día de la presentación de Pablo de Santis y Alonso Cueto la palabra que más se escuchaba por todos lados, incluyendo la Embajada Argentina donde hubo una recepción después, fue "descarga salsera". Una de esas cosas a las que le encanta ir a Julio Villanueva Chang desde que aprendió a bailar salsa. La cosa, para los que fueron, fue hasta las siete de la mañana con muertos y heridos.
6.- En las palabras de introducción a la mesa que unió a Alvaro Enrigue, Edmundo Paz Soldán y Rocío Silva Santisteban, Doris Moromisato anunció que la moderadora Olga Rodríguez Ulloa estaba a punto de ir a un doctorado en Columbia. ¡Para qué lo dijo! Edmundo, Rocío y en especial Alvaro hicieron todo lo posible para hacer que Olga Rodríguez desista de esa idea contándole sus penurias. ¡La amenaza el síndrome del Jamaicón!
7.- El libro más vendido de la FIL para sorpresa de muchos, fue la edición en inglés de Harry Potter. ¿Cuántos pensarán leerla realmente? Para mí, es sólo un rebote de la super campaña de promoción en Europa y EEUU. El segundo libro más vendido fue la novela Radio Ciudad Perdida de Daniel Alarcón, editado por Alfaguara.
8.- A las 8:00 pm la FIL estaba intrasitable, imposible comprar, caminar, pedir un café, ver un libro que quedó pendiente, llegar a los auditorios. Pero media hora después las cosas cambiaron radicalmente: todos los pasillos vacíos, uno podía comprar con tranquilidad, etc. Eso era impensable faltando sólo una hora y media para que cierre la FIL. ¿Qué había ocurrido? La editorial Norma trajo a los protagonistas de "La gran sangre" para que firmen ejemplares del libro que acaban de publicar y el 70% de los asistentes se fueron a hacer cola. Un alivio para los que, como yo, siempre tenemos una compra de último minuto.
9.- ¡La belle dame sans merci sí estuvo en la FIL! Lo que ocurre es que le habían quitado el lánguido traje oscuro de otros años y cambiado por un disfraz de ñusta, con dos chapas sonrosadas en las mejillas para esconder más su blanca palidez. La reconocí sólo el último día y acepté uno de sus volantes. Sin ella, la FIL no hubiera sido lo mismo.
10.- Y ahora que el Jockey Plaza tiene un destino más comercial para la zona donde se realizan las ferias ¿A dónde se irá la Cámara Peruana del Libro el próximo año? Tienen que pensarlo bien, al milímetro, porque no se puede perder lo avanzado.
11.- Y otra cosa que debe empezar a planearse con anticipación: la llegada de escritores chilenos para la próxima FIL. Chile es el país invitado de honor y nos merecemos lo mejor de lo mejor. ¡Y olvídense de los pasajes de canje, por Dios!
12.- Algunos de los libros que conseguí en la FIL: Peter Nadas, La propia muerte; Claudio Magris, A ciegas; Nicola Barker, Tierra adentro; Arto Paasilina, El bosque de los zorros; Norman Manea, El sobre negro; Tom Reiss, El orientalista; David Grossman, La sonrisa del cordero; MaryMcCarthy, Memorias de una jovena católica; Macedonio Fernández, Museo de la novela Eterna; Joyce Carol Oates, Blonde.
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