Camus en Argel
Un curioso artículo de Marta Sanz se publica hoy en la sección cultural de El País: "Albert Camus regresa a Argelia", una crónica ficción. Se trata de un viaje imaginario del autor a su país natal (nació en Orán, ciudad donde ocurre la novela La peste) 47 años después de su muerte. Ahora es un anciano de noventa años que necesita del apoyo de una secretaria, o una amante joven, para hacer los trámites y los visados. Que durme siestas y se cruza en los pasillos de los hoteles con empresarios de la industria energética en Congresos Internacionales, y que ve en los cafés fotografías de Zinedine Zidane.
Dice Sanz: "En el aeropuerto de nuevo, el viejo Camus sentiría las cosquillas de un sentido que, quizás por vergüenza, no practicó mucho durante su juventud: el sentido del humor. Las mujeres árabes con sus ropajes hasta los pies, con sus pañuelos, sufren los cacheos de los controles de seguridad. Se levantan las faldas, las telas, los envoltorios. El Albert más pícaro, malintencionado, se preguntaría si es más importante el pecado o la bomba, el pudor o el estallido de un avión en pleno vuelo. Enseguida se daría cuenta de que la pregunta no tiene, en realidad, ninguna gracia".
Etiquetas: albert camus, argelia, españa, francia, NOTICIA, premio nobel
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on 7.15.2007 at 9:10 a. m..
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9:04 a. m.En pleno existencialismo, cuando Sartre calificaba de “salaud” (cochino) a quien no sentía la tragedia de EL SER, se comprende que Camus (nació en Mondovi, Constantina, Argelia) estando tuberculoso cuando el mal era incurable, no haya reído demasiado. Pero sobre todo estaba la guerra Francia-Argelia, cuando el Sena amanecía con cadáveres de árabes flotando, consecuencia de la “ratonnade” nocturna y francés que caía en Argelia era castrado sin anestesia. Esa guerra fue espiritualmente más dura para Camus que la que hizo como resistente francés ante la ocupación alemana.
Lagsa.
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