Ficción sobre ficción
[BABELIA] Un personaje extraño del Caribe mencionado al vuelo en Jane Eyre, la célebre novela de Charlote Brontë, le sirvió a la seductora Jean Rhys para hacer una novela extraordinaria, terriblemente oscura, que tituló El ancho mar de los sargazos. Ese tipo de guiños literarios, en que la ficción menciona o parte de otra ficción, es el tema del artículo central de Babelia de esta semana: "El ADN de la literatura: Novelas que se nutren de novelas", escrito por Winston Manrique Sabogal. "Sus autores creen que lo genuino también está en la reinvención de lo ya escrito o del mundo que le da vida. Y para ello cuentan con Goethe como aliado inmejorable cuando dijo que "la originalidad no consiste en decir cosas nuevas, sino en decirlas como si nunca hubiesen sido dichas por otros", dice el autor de la nota.
Entre los libros que se comentan están: Sobre la belleza (Salamandra), de Zadie Smith en un homenaje a Regreso a Howard's End, de E. M. Forster. Peter Pan de rojo escarlata (Alfaguara). Geraldine McCaughrean hizo la continuación oficial de la obra de J. M. Barrie. "Homero, Ilíada (Anagrama). Alessandro Baricco hace una relectura de la epopeya homérica a través de las voces de 21 personajes. Leer Lolita en Teherán (El Aleph/Quinteto). Azar Nafisi exalta la lectura del clásico de Nabokov como vía de libertad. Los años perdidos de Sherlock Holmes (Acantilado). Jamyang Norbu, desvela los dos años del personaje de Conan Doyle en que éste lo dio por muerto para sus lectores. El gran Felton (Seix Barral). Joaquín Pérez Azaústre se inspira en Scott Fitzgerald, autor de Suave es la noche. El abrecartas (Anagrama). Vicente Molina Foix homenajea a personajes como García Lorca, Vicente Aleixandre y María Teresa León. Adiós, Hemingway (Tusquets). Leonardo Padura en homenaje al Nobel estadounidense. Al morir don Quijote (Destino). Andrés Trapiello continúa con la vida de los personajes de Cervantes tras la muerte del hidalgo.
En la foto, la bella Jean Rhys, aunque no la mencionen en el artículo, mostró cómo una novela sobre otra novela puede ser mucho más que un ejercicio intelectual.