Hija de Donoso descorre el velo
Basada en los 64 diarios de José Donoso, su hija Pilar (off topic: ¡Ah, Pilar! Recuerdo haberme enamorado perdidamente de ella cuando era un adolescente -ella es apenas un año mayor que yo- y la vi en una foto con su padre en el fascículo de Oveja Negra dedicado a Donoso. Recorté la foto y solía mirarla. Parecía una chica de Jacinta Pichimahuida versión tercero de secundaria) acaba de publicar la biografía Correr el tupido velo (Alfaguara) sobre su padre. Una biografía "reveladora", una "venganza", dicen algunos. "Mi propio padre me encomendó la biografía" dice ella. La nota en Suplemento Ñ aclara la posición de la hija:
Correr el tupido velo ha sido una biografía trabajosa para su autora, que a través de ella, según dijo al presentarlo anoche a la prensa, quiso saldar cuentas con su padre y con la relación también algo tormentosa que mantuvieron, y ha sido elaborada también para que "no me pregunten más por él". No es para menos: "Sigue y se agudiza el problema Pilarcita, que nos tiene totalmente crucificados con su odio, su odio a sí misma, su odio al mundo, a su marido, a sus hijas. De pronto temo un asesinato, tan violenta y perversa es", anota Donoso sobre su hija en uno de sus cuadernos."No puedo liberarme de su cadena opresora. ¿Seré yo también un personaje de sus novelas y no él un personaje de mi vida?, se pregunta, por su parte, en el texto Pilar Donoso (España, 1967), que durante muchos años, según confiesa, no logró separar la realidad de la ficción en la relación con su padre. Esa relación despertó en Pilar, según dijo, uno de sus más grandes temores mientras trabajaba en el libro, de 442 páginas: que fuese tomado como una "vendetta" y que sólo se disipó cuando estuvo terminado, porque se percató ahí de que Donoso "queda bastante bien parado", en el texto pese a que no se guardó nada respecto de él.Reflexiones sobre su homosexualidad, sus grandes amarguras y frustraciones, su odio, desprecio o aprecio hacia parientes, amigos o conocidos, su falta de sentido práctico, todo aparece relatado en primera persona, a través de pasajes de su vida. [...] Los archivos de Donoso, según Pilar, "son infinitos e incluyen manuscritos de sus novelas, comentarios acerca de sus personajes, reflexiones sobre su proceso de creación, entremezcladas con anotaciones sobre su vida personal", que son las que ella rescató para esta biografía.C uenta al comienzo del libro "todo lo chocante, lo malo que dijo de mí, de mi mamá (María Pilar Serrano)" y después la obra se divide en capítulos, según la ciudad donde vivían y según la casa en que lo hacían, aspectos que para José Donoso "eran fundamentales". También revela, respecto de la homosexualidad del autor, que lo que más inquietaba a Donoso era que su obra fuera catalogada como "literatura gay", a tal punto que al llegar a Princeton se horrorizó al percatarse de que había tesis doctorales que lo incluían."Hay cientos de miles de cosas que no he hablado aquí: mi homosexualidad, pasiva y latente e imaginativa en este momento, como una huida al miedo de una entrega total a ti", dice Donoso en una carta a su esposa."¿Mi matrimonio vale la pena? ¿Quiero a María Pilar? ¿No es una cárcel para mí? ¿No es ella la que me está destruyendo poco a poco, no soy yo el que la está dejando que me destruya?", se pregunta en otro de sus diarios, en una muestra de su paranoia compulsiva."Al leer sus diarios no puedo sino confirmar que él mismo, más allá de su arte como novelista, tenía una seria disfunción de la realidad", escribe Pilar Donoso en la biografía.
Los escritores chilenos ya devoraron, obviamente, las más de 400 páginas de este chismorreo. En "La Tercera" recogen algunas sorprendidas declaraciones:
Como era de esperarse, Correr el tupido velo ya genera las primeras reacciones. Después de leer más de la mitad del libro, Germán Marín elabora una conclusión: "Da la idea de que Donoso en sus papeles íntimos llega más al fondo que en la ficción y, por lo mismo, de que era un hombre más torturado de lo que uno podía ver en sus libros", dice. Amigo de Donoso y miembro de su taller literario, Gonzalo Contreras dice que algo esperaba de la crudeza de las palabras del escritor en sus diarios. "Pepe era un tipo tremendamente atormentado. Me sorprenden las frases que él le dedica a la Pilarcita, porque yo siempre la vi como una niña muy mimada, muy querida. Como que no me calza". Justamente el papel de Pilar Donoso en la historia es el que llama la atención a Alvaro Bisama y Alejandro Zambra. "He comenzado a leer y me tiene aterrado", dice Bisama. "Si bien parece un ejercicio de terapia de la hija, se trata de una terapia brutal. Crece la complejidad literaria de Donoso, pero la pregunta que hay que hacerse es moral: ¿Vale tanto la literatura para llegar a dañar de esa forma a quienes te rodean?", añade. Antes que las revelaciones de Donoso, Zambra se queda con el trabajo de Pilar "La imagen del hijo ante un legado, ante esos diarios con tanta información, tan abrumadores, me parece bella. ¿Deberíamos saber tanto sobre nuestros padres? No sé. El padre, por lo demás, quiso que su hija se enfrentara a esos papeles. Decidió desprotegerla. No juzgo ese hecho. Simplemente me parece inquietante. Me parece valiente leer que la hija haya aceptado el desafío", dice. Para Cecilia García Huidobro, sin embargo, Correr el tupido velo obliga a repensar al propio Donoso: "Luego de su lectura no queda más que concluir que Donoso fue sobre todo un personaje literario escrito por sí mismo. Un ser que él escribió, borroneó y volvió a reescribir incansablemente".
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Yo no entiendo aún qué sucedió con la hija de Georges Simenon, pero lo que relatas aquí sobre Pilar me da escalofríos.
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