Hoy cierra la Feria Ricardo Palma
El anti-literario alcalde Manuel Masías (izquierda) perdió el símbolo, perdió credibilidad y perdió presencia al negarse a recibir en el Parque Kennedy a la Feria de Miraflores. Parece que solo le gustan los libros gigantes y huecos por dentro para tomarse fotos. Fuente: visorperú
Caras largas. Como lo anticipó Katya Adaui en su blog "Casa de estrafalario", la Feria del Libro "Ricardo Palma" ha sido un fracaso de ventas. Le ha hecho mucho daño quitarle el parque Kennedy, y con eso extirparle la espontaneidad del lector de a pie, que le gusta pasear por el parque y comprar libros. Tomar un taxi, buscar estacionamiento, entrar a comprar libros o escuchar ponencias, es algo que uno solo hace una vez en el año y eso es la FIL Lima. La Feria "Ricardo Palma" era una feria doméstica, pre-navideña, y así debió quedarse. Una lástima. A propósito: ¿Será cierto el off the record que circula por ahí que el principal opositor de que la feria se realice en el parque Kennedy fue el cura de la iglesia del costado, que decía que el ruido de las ponencias "interrumpía" su misa? Muy mal el alcalde Masías, una decepción. Y mal los vecinos miraflorinos que no defendieron su feria. Dice una nota en "El Comercio":
Se hizo todo para que su ausencia no se notara pero el Parque Central de Miraflores es irreemplazable. Al menos, para la Feria del Libro Ricardo Palma, que este año se trasladó al Vértice del Museo de la Nación y tuvo resultados de asistencia y venta bastante menores en comparación con los registrados en la edición pasada. “Ha sido fuerte y marcada la diferencia. El año pasado tuvimos 145 mil visitantes y este año estamos por los 90 mil. Nosotros estamos evaluando eso porque la infraestructura ha estado allí, los expositores, las ofertas”, dice Liliana Minaya, gerenta de la Cámara Peruana del Libro (CPL). La respuesta la sabe perfectamente: “Lo ideal es estar en un lugar donde todo el mundo vaya. Esa dificultad sí se ha notado. Se siente que el entorno no se quiere trasladar. Quienes nos han visitado forman parte de nuestro público cautivo. No hemos logrado captar a ese público que está de paseo siempre en el parque. Eso sí ha afectado, a pesar de que los 90 mil se han ido con un “ferión”. La idea no es alejar la feria, sino acercarla, por eso se repetía anualmente. Pero ese concepto no lo entiende su alcalde [Manuel Masías]. Creo que un montón de gente de Miraflores se ha perdido la feria porque no es posible moverse, sobre todo en esta época de tráfico y compras. Es más complicado salir”, se lamenta Minaya. Eso se ha traducido, obviamente, en la cifra de ventas: S/.2’500.000 en los 14 días que duró esta fiesta cultural que tuvo 100 presentaciones de libros. El 2008 se obtuvo en ventas S/.3’350.000. “Las editoriales estarán en un 60% de lo que fueron las ventas en Miraflores. Y eso sí es un poco desalentador porque el sector no ha sido tan golpeado por la crisis”, agrega. Por eso quiere volver a entablar el diálogo con Masías: “Él nunca nos dio la posibilidad de saber qué es lo que quiere, cómo puede ser planteada la feria. No nos dio alternativas. Siempre nuestras conversaciones se iniciaban en enero y febrero. Así que allí estaremos”.
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Pero, a pesar de todo, los precios tambien deben haber jugado un papel importante para este resultado. Muy, muy caros los libros.
12:40 p. m.
2x1 las series de libros para damis
1:41 p. m.
La editorial Anagrama, tal vez la mejor (y más cara) editorial que llega por acá, vendía los mismos libros que se encuentran en Crisol en cualquier época del año, a precio normal y sin ningún descuento. ¿Para qué se tomaron la molestia de estar en la feria?
2:50 p. m.
Más que los precios, la poca variedad. Digo, ¿qué sentido tiene una feria del libro para encontrar lo mismo que encuentras en Crisol, Wong y Metro? Y encima, a veces, hasta más caro. No puede ser que el "fuerte" de la Feria del Libro sean los saldos y las sorpresas de importadoras como Riguse (¡Furia feroz de J.G. Ballard a 12 soles!).
Y en el stand de ¡Debolsillo, los libros estaban a mitad de precio, y en Peisa, a 10 soles... Libro de amor y de las profecías de Rivera Martínez.
No nos engañemos: a la poca variedad de novedades, también, el eterno modo de ser limeño, que posa de culto pero que no gasta en libros. Gente bruta.
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