Fogel regresa (y Borges también)
Varias veces me he equivocado en Moleskine Literario, pero ninguna con tanto gusto como ahora. Jean Francoise Fogel no estaba muerto, estaba de parranda. Cuando descubrí ayer que su blog había desaparecido de "El Boomeran(g)" pensé lo peor. Pero hoy descubro que ha regresado el enlace y además ha posteado sobre un tema de actualidad que estremece la literatura colombiana: la posibilidad de que Héctor Abad Facciolince haya descubierto un poema inédito de Jorge Luis Borges. La historia da para una novela de Dan Brown o de Benjamin Black, el que quiera hacerla primero. Dice el post:
El 25 de agosto de 1987, el escritor Héctor Abad Faciolince metió la mano en el bolsillo de su padre asesinado unos minutos antes en una calle de Medellín. Encontró un papel con un poema anónimo. Este hecho es el principio de uno, dos y tres artículos publicados por el diario El Espectador que tienen la intensidad de una novela policiaca y la gravedad del intento de un hijo en saber lo que preocupaba a su padre en el momento de su asesinato. Hay poco más que decir: estoy en Bogotá, donde se acaba de cerrar el festival de la revista El Malpensante. Un festival fenomenal (comida, debates, libros, música, arte, etc.). Pero la verdad es que no se hablaba de otra cosa que de los artículos de Héctor Abad y de su historia que fue el acontecimiento mayor del evento. Una investigación para descubrir si el poema, un soneto, era o no era de Jorge Luis Borges. Al final el poema se transforma en cinco poemas y tengo poco más que escribir sino que estos tres artículos es lo más emocionante que he leído sobre la pasión literaria en los últimos años.
Etiquetas: blogs, borges, colombia, fogel, hector abad, moleskine, NOTICIA
Tuve la oportunidad de asistir a la charla de Héctor Abad y Correas que generó todo este enredo. Basta con decir que la historia es maravillosa y está completa en el diario colombiano el espectador. Para seguirle la pista www.elespectador.com/cultura allí, está todo. Si mal no recuerdo, con el auditorio a reventar para escuchar "un poema en el bolsillo", se les aplaudió por más de diez minutos, sin exagerar. Tal fue la conmoción que la gente no dejaba de alabar a Héctor, y si, debo confesarlo, yo también caí seducido por su historia. El poema este de borges anda ya en la red disponible.
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