Erri de Luca entrevistado
"Tiene cara de lord inglés, pero es napolitano y viste como un agricultor" así describen a Erri de Luca en una entrevista publicada en el último "Babelia". Erri de Luca es uno de los mejores -por no decir directamente el mejor- escritores italianos vivos. Un escritor absolutamente fundamental que es poco conocido en castellano, a pesar de que varios de sus libros han sido traducidos, incluyendo la genial novela Tres caballos. Su última novela, sin embargo, El día antes de la felicidad (Siruela) está encabezando la lista de los más vendidos en España. Extraordinaria noticia. ¿Será que se viene el renacimiento de Erri en castellano? Aquí algunas de las preguntas de la entrevista realizada por Miguel Mora, con respuestas tan escuetas como algunas de sus novelas:
¿Se siente italiano o napolitano?
Como escritor y hablante, vivo en la lengua italiana. La lengua italiana es mi patria, pero no tengo sentimientos patrióticos respecto a mi país. Si suena el himno no se me acelera el pulso, con la bandera tampoco. Pero la lengua me gusta. Nací y crecí en napolitano y me convertí en un escritor en italiano. No soy un escritor italiano, sino en italiano. Acabé dentro de la lengua de mi padre.
¿Cambió de patria?
De lengua. Mi padre pretendía que en casa hablásemos italiano sin acento. La mamma hablaba en napolitano. Ella era el lugar, era Nápoles.
Sé que murió hace unos días y vivía con usted. ¿Tenían buena relación?
Una relación tardía, adulta, pero buena, fuerte. Vinieron los dos a vivir conmigo porque no les llegaba el dinero.
(...)
¿Sintió pena al irse [de Nápoles]?
Me despegué como pude. Tenía encima una mole que me expulsaba. Me arranqué como un diente de una encía. Luego no pude reimplantarme en ningún sitio. Cuando me fui supe que no volvería, pero allí no podía seguir. Estaba solo. Luego encontré a mi generación en la calle, rebelde primero y revolucionaria después, y ahí sentí otra pertenencia, en vez de a un lugar, al tiempo. Soy un producto del tiempo, del 900.
Y de la revolución fallida.
Fui revolucionario a tiempo completo todo el decenio de los setenta. Milité en Lotta Continua hasta 1976, y cuando acabó me hice obrero y seguí solo. Fue la herencia del tiempo, y hoy lo veo con lealtad. No me gusta la nostalgia, pero soy leal con las razones de aquel tiempo. Pienso que aquel hombre joven que fui reconocería en mí a la continuación de sí mismo. Quiero pensarlo.
¿Hizo la cosa justa?
Cuando las cosas hay que hacerlas, justo o injusto, no hay elección.
Pero no tomaron el poder.
Era una revolución rara. Era más cuestión de entorpecer al poder y hacer crecer a la sociedad. No fue inútil. Fue necesario, y dio resultados. No en las vidas personales, ahí lo pagamos caro porque fuimos la generación más encarcelada de la historia, incluida la que vivió el fascismo.
¿Usted hizo cárcel?
Poca y muy temprano, en 1968 o 1969.
¿Y lucha armada?
Prefiero no contestar. Pero toda revolución prevé recurrir a las armas.
¿Defiende todavía el 68?
La historia la escriben los vencedores, no los condenados. El 68 fue sólo el momento de la salida, la campana que sacó a los estudiantes de clase. Era el periodo en que los obreros follaban. Ser obrero era una posición social de prestigio. Eran un punto de referencia. La vanguardia. Tenían poder y encanto.
¿Usted folló mucho?
Yo no, me hice obrero tarde. Y entonces no teníamos derecho al amor, el amor era... un pretexto para retirarse.
Etiquetas: erri de luca, italia, NOTICIA, siruela
ivan estas bien para publicar a un narrador rojo como este
7:22 p. m.
hola me llamo azul selene, escribo y me gustaria que personas allegadas al medio literario me dieran su opinion les dejo mi enlaze por si algun dia pueden darse una vuelta por él... saludos
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