A Mercy de Toni Morrison
La nueva novela de la premio Nobel Toni Morrison, A Mercy, que ha logrado arrancar un encendido elogio a la durísima Michiko Kakutani, ocurre en 1860 y en ella Morrison dice que "quería comprender cómo podía sentirse una esclava negra en el período de transición en que la esclavitud era normal, pero no lo era el racismo. Desde los antiguos egipcios, griegos y romanos, cada civilización grande o pequeña fue construida por los esclavos, llamados con nombres diferentes: campesinos, peones, siervos". Una época en la que el color negro no era considerado un signo de inferioridad sino al contrario, de un poder secreto, asociado con Satanás. En el ADN Cultura Alessandra Farkas entrevista a Toni Morrison en Princeton a raíz de su nueva novela:
En el libro, la escritora vuelve a indagar acerca de la rebelión de Bacon de 1676 (así llamada por el nombre del líder, Nathaniel Bacon), cuando la rabia de las clases subalternas instigó a los esclavos negros y a los siervos blancos a tomar el control del Estado de Virginia durante algunos meses, hasta que fueron vencidos por una fuerza naval enviada desde Inglaterra. Tras dicha insurrección, el empleo de los esclavos africanos aumentó considerablemente por el temor de los propietarios a una nueva revuelta, de manera que los negros sustituyeron a los siervos contratados como principal fuente de mano de obra en Virginia. "La revuelta de Bacon llevó a las autoridades a modificar la ley, para consentirles a los blancos matar a cualquier negro sin motivo. Con esto se les entregaba a los siervos ?deudores´ el poder sobre la vida y la muerte de los negros, si bien pertenecían a la misma clase social." El privilegio conferido por la piel blanca -según Toni Morrison- es todavía el factor clave en la política de los estados del Sur. "Permite mantener explotados a enormes sectores de blancos pobres que les imputan a los negros sus desgracias. O a los mexicanos, los nuevos ?malos´. Y así, mientras la clase trabajadora se desgarra, las corporaciones hacen negocios de oro."
Por otra parte, también habló de los Premios Nóbel:
(...) también Europa tiene sus vicios, comenzando por el Premio Nobel. "Es extraño que lo haya obtenido Dario Fo y no Edward Albee, Arthur Miller o Tennessee Williams." ¿Jean-Marie Gustave Le Clézio? "Aquí en Estados Unidos, nadie había escuchado hablar jamás de él. Pero la culpa es nuestra porque no traducimos de otras lenguas y nos aislamos." Cuando lo obtuvo ella, hay quien la bautizó "la reina de la literatura negra". "Estúpido y absurdo", contesta la autora y añade: "Si yo escribo de afroamericanos, los críticos me definen como black writer ; si John Cheever escribe de los blancos de Nueva Inglaterra, la discusión se entabla acerca de la complejidad de la narración. Espero que un día la literatura no se divida más en negra y blanca, porque estoy bastante cansada de que me consideren una socióloga en vez de una escritora". Al día siguiente de la noticia del Nobel, el autor de Oxherding Tale , el afroamericano Charles Johnson, la acusó de ser "el triunfo de lo políticamente correcto". "A los 77 años ciertos comentarios no me tocan en lo más mínimo. Lo que hoy me hace mal son los problemas verdaderos, como la muerte y la enfermedad, no la maldad de alguien que no aprecia mi trabajo."
Finalmente, adelanta algo de su próximo libro, aún en estado embrionario:
"Cuenta la vida de los afroamericanos en los pueblitos del Centro-Sud de Estados Unidos, durante los años cincuenta, cuando los soldados negros regresaban de Corea y eran linchados -explica-, mientras que en estados como Oklahoma los editores negros publicaban incluso quince periódicos negros. Es un capítulo de nuestra historia que nadie conoce."
Etiquetas: eeuu, kakutani, NOTICIA, premio nobel, toni morrison
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