La sociedad de la decepción
Uno siempre encuentra el libro justo para el momento justo. Yo he encontrado en el título de este libro de Gilles Lipovetsky, que son conversaciones que ha tenido con Bertrand Richard, una manifestación perfecta de mi momento actual: La sociedad de la decepción. La carátula de Anagrama está muy buena, el rostro recortado de Lipovetsky lo dice todo. Pero yo hubiera optado por algo más metafórico: por ejemplo, un souflé recién sacado del horno que se ve suculento y dorado pero una vez puesto en el plato, se desinfla. En Página12, en Radar Letras, nos reseñan el libro:
Fiel al procedimiento, en su última entrega el estribillo es “la sociedad de la decepción”, y la idea por demás recombinable: en la medida en que el hiperconsumo aumenta exponencialmente las posibilidades del sujeto de acceder a distintos bienes y posiciones (lo que para este pensador implica, automáticamente, una mayor libertad), crecen también las instancias en que el individuo, ante su imposibilidad real de concretar ese acceso que por todos lados se le anuncia plausible, cae en la decepción. De esta hipótesis –con todas las salvedades que podrían hacérsele y con todo lo que podría discutirse en función de sus prejuicios de neto cuño liberal– se deriva una serie de consecuencias medianamente obvias sobre el abstencionismo en la política, el lugar de los sondeos de opinión e incluso el amor romántico.
Y dice más:
podría decirse que este volumen, fiel a su título, logra una triste proeza: la de destruir cualquier deseo de entretenimiento o lectura ligera que pueda tener quien se acerca a la divulgación. Previsiblemente, es posible que esto no atente contra su efectividad, sino que lo consagre, en tanto el público en general espera, a fin de cuentas, que la filosofía sea algo árido, seco, bienintencionado y aburrido.
Es decir, un libro sobre la decepción que decepciona al crítico. ¿Qué más coherencia se puede pedir? Apenas llegue a Lima lo compro de todos modos. Lo malo es que cuando yo estoy decepcionado compro cosas y ese hiperconsumismo le molesta a Lipovetsky y a mi tarjeta de crédito. Ahora mismo me voy a comprar una refrigeradora... ¿detenme Gilles!
Etiquetas: anagrama, argentina, lipovetsky, NOTICIA, RESEÑA
Soy brasileño y voy a Lima. Pregunto: indicaccion de una buena librería?
gracias.
1:19 a. m.
Hola. Te informamos que se puede descargar el pdf del último número de nuestra revista sobre cine y literatura en:
http://shangrilatextosaparte.blogspot.com/2008/09/shangri-la-n-6-mayo-agosto-2008.html
Un saludo
12:29 p. m.
Hola Iván, conoci a Alberto Fuguet en la ultima FIL. Ahí me entere que lo sunicos libros suyos que habia leido son precisamente los que menos le gustan a el. Sobredosis y Tinta Roja. Bueno tambien he visto su pelicula se arrienda, y lei su novela grafica ROAD STORY. Muy buena gente Fuguet y conversamos como 1 hora de diversos temas relacionados a la cultura pop (literatura, cine, comics, etc.)
Aqui un articulo que escribi sobre su novela grafica, que me ha publicado la revista Urbania.
espero que lo leas, y si fuera posible, pues hasta crearme una entrada para que todos vayan al enlace. Digo, a manera de promocionar a un amigo comun de los dos. (aparte que una entrada directa de Moleskine es leida en el mundo entero ahora que estas en el booneran, lo dejo entonces a tu criterio)
saludos
Guido
http://urbanialima.com/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=33&Itemid=46
8:27 a. m.
Hola. Entonces ¿el libro no lo has leído?
Si te afecta y te sientes un hiperconsumista comprandolo no lo comnpres, si ya sabes de que trata no lo leas, es inútil perder el tiempo.
La portada de anagrama para mi está bien teniendo en cuenta las portadas tan vacías de contenido que he visto en otros volumenes de la misma editorial.
Un saludo. Si lees el libro dejate algún comentario, me interesa.
7:23 p. m.
Vaya a la libreria El Virrey que se encuentra en el distrito de San Isidro, Calle Dasso
8:43 a. m.
Estimado Iván
Soy una lectora mexicana que pasa de vez en cuando por su entretenido e interesante blog, no me había atrevido a dejar comentarios pero esta paradójica entrada lo amerita. ¿Compraste la refrigeradora? o te detuviste y corriste a la librería por el libro. Saludos
10:12 a. m.
En la Libreria el Virrey lo encuentras seguro ahi ahay de todo.
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