Una broma, quizá
¿Leyeron lo que Heriberto Yépez escribió sobre la crítica literaria en Laberinto? ¿Habrá sido una parodia de un profesor chiflado o lo dijo en serio? ¿O las dos cosas? A ver quién me explica el chiste:
"Mientras el crítico no puede crear, el escritor común no consigue ver sus propios aciertos y errores. Necesita la crítica externa: anteojos perdidos, visión suplementaria.Los críticos literarios surgen cuando los literatos ya no son autocríticos.
(...) a los escritores ni siquiera se les ocurre que el siguiente paso de su oficio es desarrollar una autocrítica literaria. No sólo nuevas preceptivas o psicopoéticas sino una disciplina que fuera y dentro del texto creativo exploren qué es escribir. La autocrítica literaria será parte de alguna venidera vanguardia. Ahora, sólo un neologismo, es decir, una antipatía. Pero no tengo ninguna duda: la autocrítica literaria será la siguiente revolución de la escritura.
Y la tercera responsable de la existencia de la crítica son los lectores. A ellos es a quienes realmente dirijo esta locura.Detestables lectores: los escritores son pensadores que han perdido visión. Los críticos, pensadores sin total poder creativo. Y ustedes ¡pasivos consumidores de este par de engendros!Unan estas dos mitades. Formen, por fin, un escritor íntegro.
Así la crítica literaria no ejercerá más su autoritarismo y la creación en sí misma será autocrítica. Y para que esto ocurra se necesita que desaparezcan ustedes, los lectores. Y comience la labor para construir a los creadores completos del porvenir.
Supuestamente Joyce era un escritor crítico, capaz de explicar hasta el último ripio de su escritura.
7:16 p. m.
gracias por el link!
no encuentro que haya sido broma, indudablemente el autor es extremista en sus calificaciones, pero éstas no se alejan mucho de la realidad.
9:33 p. m.
Creo que Yépez da por sentado que en México los críticos no dan para más. Y tiene algo de razón: cuando uno lee las reseñas que aparecen en buen número de publicaciones nacionales piensa que en este país pululan los virtuosos de la literatura (lástima que al leer la mayoría de las obras reseñadas se termine la ilusión).
Lo de los escritores autocríticos y los lectores que mezclen al crítico con el fabulador suena un poco a desvarío, pero hemos de admitir también que la pseudo-literatura florece en gran medida por los lectores perezosos y los literatos autosuficientes.
Conclusión: todo fue una simpática (?) broma. Si no, ¿por qué en sus premisas de 'profe' no habla en ningún momento del rol de los editores?
12:52 p. m.
Entonces llegará el día en que se pueda ser escritor y escribir un libro, editor para editarlo, crítico para criticarlo y lector para leérselo completo. Igual ser bloguero.
Y felicitaciones por el trabajo excelentísimo e infaltable de su moleskine.
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