Adolph opina
[CARETAS] Hoy apareció una nota de José Adolph en Caretas, que ha sido publicada íntegramente por Gustavo Faverón (quien la recibió del mismo Adolph), en la que comenta el tema de la crítica a Puta Linda de Fernando Ampuero.
Dice Adolph: "Varios críticos profesionales se han molestado mucho con Maribel, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente, por sus opiniones afirmando (expresado en apretado resumen) que ella no es crítica profesional, como tampoco lo soy yo, dicho sea de paso (...) Por si interesara a alguien, mi opinión personal es que cualquier lector o lectora tiene derecho a expresar públicamente sus puntos de vista sobre cualquier libro y sobre cualquier autor. Eso, por supuesto, incluye a periodistas. Esos puntos de vista pueden pero no necesitan ser académicos".
Imposible no estar de acuerdo con él. Pero, como ya lo expuso con claridad Faverón, el tema nunca fue si se necesita diploma o "carnet profesional" para ejercer la labor de reseñista o crítico literario, sino que quien ejerza la opinión debe por lo menos intentar elaborar argumentos sobre el libro y no sobre el autor, o que se limite a hacer una columna de opinión personal (como es la del mismo Adolph). Pedir que alguien argumente su razonamiento no es pedir que tenga un "punto de vista académico" ni nada por el estilo. De hecho, si leen el blog de cine que tengo, verán que tengo la osadía de hacer comentarios de películas sin tener el lenguaje académico que se necesita, pero al menos intento razonar sobre esos temas sin falacias contra el autor. Igual, si luego viene un crítico de cine como Ricardo Bedoya u otro a enmedarme la plana y demostrarme con un concepto técnico (que probablemente no conozca) que mi crítica está errada, jamás se me ocurriría llamarlo "intolerante", ofenderme y menos aún pensar que es una venganza personal. Si Adolph hubiera leído bien los textos que Faverón publicó al respecto en su blog antes de opinar, supongo que no hubiera sentido la necesidad de redactar esa columna. No sé si lee, además, este blog, pero de hacerlo lo remito al post que escribí rechazando los insultos de Alonso Alegría. Ahí podrá leer atentamente: "(...) recalcar que [MARIBEL] estudió periodismo y no literatura para rechazar su reseña resulta una falacia pues es obvio que cualquier persona, de cualquier edad, sexo o profesión, puede ejercer la crítica o la reseña periodística si demuestra adecuado conocimiento literario, capacidad de argumentación y comprobado buen gusto (esto último, al igual que una buena redacción, ciertamente es algo que debería tomarse más en consideración en nuestro medio)".
El error de Adolph es una prueba más de que en el Perú las personas que intervienen en una discusión no prestan atención a los demás, y por lo tanto no tratan de entender los argumentos del otro antes de opinar. Y eso explica, además, por qué Maribel se sorprenda cuando alguien le reclame que argumente su crítica. ¿Argumentos? ¡Quién les presta atención! ¡Solo los académicos! Mi temor es el siguiente: si una persona si prejuicios como Adolph decide intervenir sin enterarse bien de los argumentos expuestos, entonces ¿qué podemos esperar de las personas prejuiciosas? Solo insultos, obvio.