Didion y el dolor
[BABELIA] El fin de semana pasado, Eduardo Lago entrevistó para "Babelia" a la escritora norteamericana Joan Didion, autora de El año del pensamiento mágico, un libro terrible sobre su experiencia con algunas muertes familiares, en especial la de su esposo, e también escritor John Gregory Dunne. Pero eso no es todo. Lago resume así lo que sucedió con este libro: "El libro es un intento de trascender el estupor y sinsentido en que nos deja sumidos el dolor cuando experimentamos la muerte de alguien muy cercano. Ochenta y ocho días después ponía punto final a un texto cuya escritura le permitió comprender lo cerca que había estado, literalmente, de la locura. La historia tiene una coda cruel. Cuando su hija recuperó la consciencia, Joan Didion pasó por el doloroso trance de comunicarle la noticia de la muerte de su padre. Aparentemente recuperada, Quintana Dunne asistió a una ceremonia funeraria celebrada en la catedral de Saint Patrick y al cabo de unos días se desplazó en avión a California, su lugar de residencia habitual. Pero poco después de tomar tierra en el aeropuerto de Los Ángeles le sobrevino una embolia pulmonar que exigió su internamiento en cuidados intensivos. Murió unos meses después, con 39 años, uno menos de los que había durado el matrimonio de sus padres (...)"
Sobre la estructura del libro, Didion dice:"Tuve muchas dificultades para encontrar una estructura adecuada. De hecho no me resultó posible empezar el libro hasta que comprendí que tenía que reproducir con toda fidelidad la manera en que viví la experiencia de la muerte de John. Revivía de manera incesante los momentos más dolorosos, el impacto de la muerte, pero cada vez que volvía a los hechos mi visión de los mismos cambiaba levemente, y eso es lo que hice al escribir el libro, volver una y otra vez sobre lo mismo, con variaciones. La estructura de El año del pensamiento mágico es obsesiva, porque la experiencia del dolor y la pérdida fue obsesiva. En el libro regreso incesantemente a los acontecimientos clave, intentando ver alguna salida diferente, como si las cosas hubieran podido discurrir por otro cauce. Todo giraba en torno a mi obsesión, y en el libro también hago que todo vuelva sobre sí mismo de manera obsesiva".
Y sobre la diferencia entre una novela y un ensayo, géneros ambos en los que ella tiene libros publicados: "La novela y el ensayo son como el día y la noche, mejor dicho, como la noche y el día. Escribir una novela es como adentrarse en una noche muy larga y oscura. El ensayo es luminoso, su escritura tiene lugar a pleno sol. No quiero decir con esto que el ensayo sea un género fácil, no lo es ni mucho menos, sólo que escribir ensayo es una actividad racional, mientras que escribir una novela es muy parecido a soñar. En estos momentos no me siento inclinada a entrar en ese largo sueño, pero no descarto hacerlo más adelante".