La narrativa histérica
[CLARIN] El narrador argentino Marcelo Damiani publica en el diario Clarín publica un artículo titulado "Una aproximación a la narrativa histérica" en que analiza obras de autores como Martín Kohan, Daniel Link y Gisela Heffes, quienes representan un claro ejemplo de esta tendencia que Damiani describe de este modo: "La narrativa histérica se caracteriza por ejecutar siempre un doble movimiento simultáneo: Seduce (literariamente) y rechaza (las demandas externas y ajenas a su propia lógica). Este doble movimiento se debe a que su propósito es conquistar al lector y huir de las imposiciones del Mercado (así, con mayúscula)".
Luego agrega: "Tal vez ahora puede verse con mayor claridad que la lucha principal que plantea la narrativa histérica es contra ese Mercado homogeneizador, suerte de Dios todopoderoso que es visto por muchos como el único legitimador posible, y que en realidad es un pesado lastre que nos ha dejado como herencia la siniestra globalización perpetrada en los años 90 por los poderosos de turno. Y a nivel local, toda una poética menemista que se jacta de su irreflexividad, de su apología ciega de la cultura popular como si se tratara de una fiesta infinita, sin ningún tipo de capacidad crítica o autocrítica. Porque, como bien sostiene Daniel Link en su reciente ensayo sobre Aira, la literatura no está obligada a escribir tratados sociológicos sobre ningún tema contemporáneo, sino tan sólo a señalar con el dedo acusador y moverse rápido en otra dirección, antes de caer en las redes del enemigo".
En la foto, la novela Ischia, Praga y Bruselas de Gisella Heffes que según Damiani, iniciaría en el 2,000 la "narrativa histérica".