Un divertimento nabokovniano
[NABOKOV] Acabo de leer la novela Dos veranos del francés Erik Osenna, publicada por Tusquets, que es un simpático "divertimento" solo para fanáticos de Vladímir Nabokov. Es la historia de un tal Gilles, traductor, que se va a una isla perdida con más de cuarenta gatos y el encargo de traducir al inglés la novela Ada o el ardor, de Nabokov, antes de que éste gane el premio Nóbel. El encargo viene acompañado de un generosos cheque y también del dolor de cabeza que le genera el desprecio que siente Nabokov contra sus traductores. La traducción le resulta imposible, superior a sus fuerzas, y demora año tras año la entrega de los originales mientras ruega cada octubre porque Nabokov no gane el Nobel y los editores le metan un juicio por incumplimiento. Lo más absurdo, el giro de comedia insólita, sucede cuando hacia la mitad de la novela todo el pueblo de pescadores decide ayudar en la traducción de Ada o el ardor. El pueblo entero ahora es fan de Nabokov, es un proyecto colectivo, y los diccionarios inglés-francés se agotan mientras las adolescentes se van convirtiendo en Adas (nínfulas saludablemente sexuales) y la ciudad misma en una versión popular, poco aristocrática, de Ardis.
La novela está llena de disparates, desde luego. La más divertida, para mí, es ésta que bien podría haberla colocado en mi novela La disciplina de la vanidad. Dice: "Un escritor, tanto como un estilo, es una facha. Desprovisto de barba y flacucho, Hemingway hubiera obtenido, a lo sumo, una beca Guggenheim".