Beckett, el desterrado
[EL DOMINICAL] En medio de toda la información electoral del día de hoy, en "El Dominical" se logra hacer paso un artículo de Guillermo Niño de Guzmán dedicado a Samuel Beckett, de quien se cumple un centenario este año. Dice Guillermo que Beckett : "Se alejó de los grandes temas, eligió personajes marginales y enfermos, disolvió las tramas y hurgó en los detritus humanos, dando rienda suelta a un autoironía casi masoquista".
El comienzo del artículo es un paralelo entre el irlandés y Ribeyro, otro que podría ser también un autor preocupado por dar la voz a los desterrados, si nos atenemos al título de sus cuentos La palabra del mudo. La anécdota es buena: "Julio Ramón Ribeyro era un escritor que aparentemente tenía poco en común con Samuel Beckett, salvo por su carácter reservado y su rechazo a los oropeles de la fama literaria. Por ello, cuál sería mi sorpresa cuando me reveló que la única vez que se había preocupado por conseguir un autógrafo había sido cuando descubrió al escurridizo irlandés en una mesa vecina a la suya, en un café del barrio latino en París. Según me refirió, corrió a una librería cercana, compró el primer libro de Beckett que encontró y se lo llevó para que estampara su firma. Yo hubiera jurado que Ribeyro era incapaz de tales gestos, pero, al parecer, su admiración por el autor de El innombrable era tal que no vaciló en superar su natural timidez y lo abordó. Me imagino que Beckett se habría limitado a alzar la ceja, desconcertado por la intrusión. Después de todo, él también era un hombre retraído".