Entrevista a Fresán
[REVISTA DE LIBROS] En la Revista de Libros, Alvaro Matus entrevista a un "caserito" de este blog, Rodrigo Fresán, a quien califica como Capitán Ahab o nuestro Lector Ahab dispuesto a cazar la ballena blanca de la literatura norteamericana, y del cual anticipa a algunos de sus proyectos: "Este año, Fresán escribió un epílogo para los Cuentos Completos de John Cheever, y ahora se encuentra trabajando en el prólogo y las notas para dos libros de Carson McCullers: una recopilación de relatos y otro, más pequeño, que contiene las reflexiones literarias de la autora de El corazón es un cazador solitario. También le da los toques finales a su próxima novela y se repone de lo que denomina "el posparto" de Jardines de Kensington, la novela inspirada en la vida del creador de Peter Pan: "Salió en Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia y Reino Unido, lo que me obligó a atender traductores, viajar a promocionar el libro y, de algún modo, seguir escribiéndolo. Así, la edición de bolsillo española del año pasado tiene 80 páginas más que la primera, que apareció en el 2003".
En la entrevista, que tiene mucho de consejo de librero (o de "evangelizador", como se califica a sí mismo como crítico) explica lo que es para él los Grandes Temas de la literatura norteamericana: "Los tres autores fundacionales, los padres de los tres Grandes Temas de la literatura norteamericana son, para mí, Herman Melville con Moby Dick (la meta-ficción alegórica), Nathaniel Hawthorne con La letra escarlata (los peligros del puritanismo y los fuegos de las pasiones prohibidas) y Mark Twain con Huckleberry Finn (la road-novel iniciática). A este trío se podría agregar Henry James, quien pone en juego la literatura del norteamericano como extranjero profesional enfrentándose al sólido fantasma de Europa. Hemingway y Faulkner y Fitzgerald constituyen un segundo Big-Bang. Y hoy todos están más vivos que nunca. Yo creo que no tiene sentido resistirse a las influencias benéficas siempre y cuando se las pueda procesar con gracia. Por otra parte, la novela decimonónica siempre será LA NOVELA. El espécimen rey, el momento en que el género reinaba triunfal por encima de todas las demás expresiones artísticas. Tal vez, lo que se intenta emular no sea el formato (las particularidades técnicas, las estrategias narrativas), sino esa época en que un libro tenía la obligación implícita de ser todo un mundo porque, para un ciudadano/lector medio, resultaba imposible conocer el mundo entero. La solución, entonces, pasaba por tener al mundo en las manos y en las manos a un libro."
¿Y quiénes serían, entonces, los continuadores? Esta es la lista propuesta por Fresán: "Denis Johnson, Bruce Wagner, Rick Moody, William T. Vollmann, De Lillo, Thomas Pynchon, Richard Powers... Hay muchos, demasiados, por suerte."