Marcelo Cohen
[NOVEDAD] Un autor por descubrir en el Perú es el argentino Marcelo Cohen, autor de algunos libros muy interesantes como El instrumento más caro de la tierra, El país de la dama eléctrica o El oído absoluto. Además, traductor de autores ingleses (Henry James, John dos Passos, Ray Bradbury, Martin Amis, Philip Dick, Harold Brodkey, William Burroughs, etc.) y en idioma portugués (Fernando Pessoa, Machado de Assis, Clarice Lispector). Vivió durante años en Barcelona. Ahora, acaba de publicar en Norma un libro al que consideran -sobre todo por su extensión y su ambición- un libro definitivo. Se titula Donde yo no estaba y según la reseña que publica Radar Libros de "Página12", esta obra: "es una novela sobre la imposibilidad de escribir una novela. Y no sólo porque Aliano [el protagonista de la novela] es consciente (al igual que Cohen) de que lo que hace no se condice con las “pautas” del género (“Me obstino en describir un largo tránsito cuando el lector de historias quiere clímax y desenlace”) sino porque su escritura está mucho más allá de una aspiración estética. “Como novela no tiene mucha gracia”, piensa Aliano al imaginarse su vida actual en formato novelesco. “Mejor será restringir mi palabrerío a estas crónicas, que a lo mejor me sirven para morir con aplomo.”
Entrevistado por "Radar libros", Marcelo Cohen ha confesado que el aliento a Macedonio Fernández que hay en su novela lo hizo temer que jamás se libraría de ella. Cohen dijo: "En éste, como en otros libros, he usado varios géneros, mezclados. Acá hay ciencia ficción, misterio, comedia, una pizca de melodrama y por supuesto, diario. Pero yo no diría que me dedico a jugar con los géneros o a subvertirlos. Simplemente abrevo en ellos tanto como en el arte indefinido o el central. Los géneros son los puestos callejeros que bordean los mercados. Abren el arco temático y el del gusto. Son muestrarios de opciones formales, dan agilidad y, sobre todo los de masas, cuestionan el estado de la realidad. Pero no se meten con el héroe, no lo cuestionan ni profundizan en él, salvo tipos como Dick, o como David Goodis. De ahí que necesite combinar los géneros, sobre todo la ciencia ficción absurda con el realismo.”