Habas argentinas
[RADAR] Ya está dicho: en todas partes se cuecen habas. Uno podría esperar que en torno a algunos escritores tan indudablemente geniales, como Jorge Luis Borges, exista un consenso. Pero no es cierto. En la revista "Radar", del diario Página12, publicaron este fin de semana un delirante texto de David Viñas en que pretende unir a dos contrarios célebres: Jorge Luis Borges y el General Perón. Dice así Viñas: "Sus diferencias son conocidas. Por eso mismo yo querría destacar sus parecidos; en sus escritos creo que podría encontrarse, en principio, una misma exclusión de la historia, que se manifiesta mediante la negación de la lucha de clases en Perón y en una literatura analgésica en Borges."
Luego continúa con los látigos, introduciendo la palabra que en las décadas pasadas era el peor insulto que podía uno dedicarle a alguien: acusarlo de "filisteísmo". Dice: "Sucede que el verticalismo al que me refería –tanto el de Perón como el de Borges– acarrea, tanto en los liberales-elitistas como en los nacionalistas-populistas, una adhesión exenta de crítica, incondicional en la mayoría de los casos; eclesiástica, diría. Y con ella todo lo que suponen el star system y el star cult: filisteísmo, identificación y proyección inmovilizadoras, autosatisfacción, incondicionalidad. Herencia a lo sumo, no apuesta". Al final, tras una broma, uno descubre la verdadera intención de Viñas (como si no fuera obvia desde el principio): no comparar a dos "burgueses notables" como dice, sino ridiculizar a Borges comparándolo con Perón: "(...) estos grandes símbolos que son Borges y Perón ya no constituyen hoy (justificando, realimentando y, si puede decirse, mitificando) sino un movimiento circular, del que por cierto no se escapará utilizando los recursos del collage".
Una aclaración, o haba, final: el artículo fue publicado por David Viñas en la revista Les Temps Modernes en 1981. Y, obviamente, lo hizo bajo un seudónimo (Antonio J. Cairo). Esta historia respondería la pregunta sobre qué pretenden los valientes que insultan tras un seudónimo. No libertad de expresión, como podría pensarse, sino impunidad para hacer el ridículo.
En la foto, David Viñas