Juan Gelman
[REVISTA Ñ] El suplemento Ñ de "El Clarín" publica como nota central una entrevista con el poeta argentino Juan Gelman titulada "Ningún elogio o premio escribe por vos". Actualmente, el poeta vive en México y se encuentra en Buenos Aires para asistir a una serie de homenajes con motivo del cincuentenario de su primer libro, Violín y otras cuestiones. En la entrevista recuerda el origen del primer poemario que, como verán, se parece mucho al de todos los poetas jóvenes del mundo: "Mi libro tiene mucho que ver con el grupo El Pan Duro, éramos miembros de la Juventud Comunista o estábamos cerca. Eso nos juntó. Siendo un poeta joven y desconocido, era muy difícil publicar, entonces decidimos autopublicarnos. El método era vender bonos de diez pesos, era lo que podía costar un ejemplar. Hacíamos recitales, fiestas populares en clubes como Vélez Sarsfield, íbamos haciendo la edición a medida que teníamos el dinero. Nos reuníamos y elegíamos el orden de publicación en una votación secreta. El primer libro fue el mío, después salió Bandoneón de papel de Héctor Negro, luego El tiempo es un barrio de Julio César Silvain. En el grupo inicial estaban también Hugo Di Taranto, Juan Hierba y Carlos Somigliana".
Entre otras cosas, Gelmán habla con enorme lucidez también sobre el coloquialismo ("El lenguaje popular puede o no formar parte de una poética de la ciudad, no necesariamente. Se recuperan cosas del habla y se recrean poéticamente, pero no sé si eso ocurre conmigo. Pienso que en mi poesía no había esa "voluntad de llegar al pueblo" y otras cosas por el estilo, todas esas tonterías que se han dicho de mis poemas"), de sus influencias literarias ("Desde joven, el poeta que me impresionó particularmente fue César Vallejo, justamente por esa apertura. También me pasó con Oliverio Girondo y después, de otro modo, con Quevedo, Santa Teresa y San Juan de la Cruz, con tantos poetas no necesariamente coetáneos aunque sí contemporáneos.") y sobre su celebridad como "poeta político" ("yo creo que no hay que mezclar las barajas. Lo digo porque alrededor de lo que he escrito —y el mío no es el único caso— está esa gran confusión, que es el tema de ser considerado como un poeta político").