Vargas Llosa premio Cabot
[LA NACION] Mario Vargas Llosa se merece, indiscutiblemente, el Premio Nobel de Literatura. Si la Academia sueca se lo niega por principios que no tienen nada que ver con la literatura es problema no del autor, sino de la miopía de los académicos que se resisten a aceptar que los lectores esperamos que el Nobel justifique carreras literarias fundamentales para la literatura universal, no tan solo actitudes "políticamente correctas". La obra de Pamuk, por ejemplo, siendo excepcional, no alcanza aún el nivel de complejidad ni de trascendencia que sí tiene la obra de Vargas Llosa o, por poner otro nombre, la de Philip Roth. Eso, creo, debería quedarnos a todos claro. A todos los que amamos realmente a la literatura, digo.
Felizmente, no todos los jurados de premios son tan obtusos. Y una prueba de ello es que Mario Vargas Llosa recibió ayer en Nueva York el premio Maria Moors Cabot, convocado por la Universidad de Columbia, que se le otorga por su excepcional labor periodística. El maestro de ceremonias mencionó así al autor: "Rendimos honores a Mario Vargas Llosa por su distinguido aporte al periodismo tanto en su condición de inagotable reportero de prensa y radio, como de meticuloso artesano del lenguaje y cronista de los logros y desaciertos del ser humano, Vargas Llosa se ha pasado la vida defendiendo los valores democráticos y promoviendo el entendimiento interamericano". Por su parte, Vargas Llosa dijo que el periodismo fue una de sus más antiguas pasiones, que lo ha ejercido desde los 15 años, y aconsejó a sus colegas que "mantengan en mente su responsabilidad como periodistas".
El premio, que es el más antiguo del periodismo, también mencionó a Ginger Thompson, ex directora de la oficina del diario The New York Times en Ciudad de México; José Hamilton Ribeiro, de TV Globo en Brasil, y Matt Moffett, corresponsal sudamericano del Wall Street Journal.
En la foto, Vargas Llosa una vez recibido el premio Cabot